31 mar 2016

Minirreflexión: ¿Y si hablara de columnismo?


Hoy he acudido a un evento y claro te presentas, dices qué eres, en qué te ganas las habichuelas y de qué color eres. Sí, que cómo me definía políticamente. En fin... Normalmente digo sin pudor que soy periodista aunque no ejerza. He coqueteado con algún medio o incluso buscado publicidad o suscriptores para ellos. He hecho lo que he podido en la sombra, como muchos. Todo esto para impresionar es poco, tienes que decir cabeceras, editoriales. Y número de veces que te has tirado del avión, como los paracaidistas.

¡Uf, qué agobio! Si quisiera darme lustre ya habría engordado el currículum poniéndole luces de led con colorines. Mi currículum es ecléctico como el de todo el mundo en época de crisis. Decir que eres superviviente debería valer. Así que para esquivar el tercer grado social me tiré por la calle de los maestros del columnismo. Que si Manuel Alcántara, Paco Umbral y su descendencia literaria, etc... Hay muchos y muchas más. No cabrían en un post, pero su creatividad estilística y retórica es abrumadora, su capacidad de traducir la compleja realidad en pocas palabras, es como la síntesis del perfumero. Una forma de escribir que no está sujeta a la urgencia y al pantallazo rápido. Una forma de leer que te hace abrir la mirada y terminar la columna con un suspiro, porque durante la lectura, en alguna coma, dejaste de respirar.
 
De hecho, hace tiempo que me enamoré del columnismo. Sinceramente, nunca he sido fan de un cantante o actor como para guardar sus vivencias. Pero, de la prosa periodística: he recortado, subrayado y coleccionado las gotas de ingenio de aquellos textos. Por supuesto, nada encorsetados y libres de las estructuras del periodismo normalizado. Contar lo mismo, pero pasar la noticia por el caleidoscopio de una mirada espabilada, crítica, llena de colores y formas. Reflexiva, al fin y al cabo. No leo a cualquiera, no lo digo por esnobismo. Es cuestión de gustos, como los perfumes.

No hay comentarios:

Minirrelato: Al estilo Ennio Morricone

Morricone Xilófono de entrada,  hace imaginar una bailarina, leve y ligera, pero pronto la banda sonora trae intriga al cuadro. El tutú se v...