tag:blogger.com,1999:blog-16345298690936981992024-03-13T04:28:01.946+01:00REFLEJOS JUEGOS DE ESPEJOSBLOG DE LITERATURA. UN RINCÓN PARA PENSAR.Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.comBlogger595125tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-82511697812435041292021-06-19T22:50:00.002+02:002021-06-19T22:58:24.724+02:00Minirrelato: Al estilo Ennio Morricone<div style="text-align: justify;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCWdLQ8xm7LLnLIiavZKfuLMh_2UZ5rKCMt3WlBpPU6NrgaS9Xy0nRY9WiQBczxbhHZ67Cb8BwatftpOODR2-NFEJmyu66vHfkjuRk-5-PWahuwD_BrVBlr-zKkzcpVY9pGTCKOp3BktTh/s897/morricone.JPG" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="493" data-original-width="897" height="110" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCWdLQ8xm7LLnLIiavZKfuLMh_2UZ5rKCMt3WlBpPU6NrgaS9Xy0nRY9WiQBczxbhHZ67Cb8BwatftpOODR2-NFEJmyu66vHfkjuRk-5-PWahuwD_BrVBlr-zKkzcpVY9pGTCKOp3BktTh/w200-h110/morricone.JPG" width="200" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://youtu.be/Q7tIqEgRwJY" target="_blank">Morricone</a></td></tr></tbody></table><br />Xilófono de entrada, hace imaginar una bailarina, leve y ligera, pero pronto la banda sonora trae intriga al cuadro. El tutú se vuelve traje pesado, verde con ribetes negros que destaca sus femeninos atributos, una pluma en el moño y una bandeja llena de vasos de whiskies que lleva hasta una mesa redonda, donde juegan lo peor y lo mejor de cada casa. La falsa bailarina reparte los vasos y baja la bandeja, se queda unos instantes mirando la partida. Pronto se sienten incómodos y regresa junto a la barra. Otro día más en el extrarradio del desierto, polvo, aulagas y tiros de gracia en exceso. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una simple mirada es motivo suficiente para que las balas empezaran su concierto, o las coreografías de puñetazos. Gritos, testosterona, hombría puesta a prueba. Llenas de palabras grandilocuentes como: honor, esperanza, futuro, fe. Sí, porque la fe en los seres del desierto es necesaria como el agua. El desierto tiene su propio sonido, la armónica de fondo que todo lo llena, y el aire caliente se mueve como una sábana hervida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Amores de mujeres libres, amores de hombres en libertad, noches inolvidables, pero que no es amor suficiente para que el tren deje de hacer sus escalas, o que impida que el caballo parta al amanecer con las caricias frescas y la humedad del rocío. Si alguna fidelidad tienen es a su arma , su sombrero y su caballo, el resto del mundo puede ser prescindible, en un mundo donde el más rápido con la muñeca conserva la vida, el desapego es el rey.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero el piano, sueña lento de madrugada y el traje verde se transforma en muselina y la cabaretera se suelta su larga melena y llora por los hombres que durmieron con ella una noche y nunca regresaron, porque la envidiosa muerte se los llevó a todos. Ella baila bajo la luna llena, junto al aullido del lobo y el canto de los buhos. La noche también hace bailar a los fantasmas dentro de sus mal cavadas tumbas, mientras mece a las serpientes de cascabel. Durante unos instantes, fue viuda, fue dolorosa, fue plañidera, pero está sola.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fuera se escucha un silbido, se enciende una cerilla, el sonido de las piedras al ser pisadas, y el viento que todo lo abriga. Hasta que sonó el primer disparo y sus réplicas... Morricone continúa disparando mientras el coro de hombres canta, coro varonil, gutural, agreste, que no da pie a añoranzas de muertos. Porque para Ennio cada bala tiene un nombre y tiene suficientes balas.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-53274238044156093362021-06-18T22:47:00.001+02:002021-06-18T22:47:09.491+02:00Minirrelato: La pizarra que no sabía leer<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBOdOJhnbXP5EPgiHvb-geXHXiPfnnCmKbZilKN61dmyrEzAoAKIZ3F-vg1YUs6E4NbmnVPSOQarOjrzr8lP6M45BwPJMArb62WwlBNJbNM5CB57-zOA8Owec0eWMC_0f2vm3Yi0bbmSEB/s225/pizarra.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBOdOJhnbXP5EPgiHvb-geXHXiPfnnCmKbZilKN61dmyrEzAoAKIZ3F-vg1YUs6E4NbmnVPSOQarOjrzr8lP6M45BwPJMArb62WwlBNJbNM5CB57-zOA8Owec0eWMC_0f2vm3Yi0bbmSEB/s0/pizarra.jpg" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Había una vez una pizarra llamada Ana, llena de letras y números, unas veces sostenía el mapa mundi o el esqueleto del viejo Antonio, el carnicero, que donó su cuerpo a la ciencia y sus huesos llegaron al colegio. La pizarra era verde como todas las pizarras analógicas, que ya las están cambiando por pantallas enrollables. Mientras fuera más rápida que ellas no eran competencia- se decía para sí. El profesor escribía o hacía diagramas a los alumnos que atentos miraban su superficie. </div><p></p><p style="text-align: justify;">Una noche la pizarra enrollable se puso a hablar con ella, ya se había tomado su tiempo, pues hacía dos años que la habían anclado al techo y todavía no había dicho ni buenos días. Ni si quiera había intervenido en las conversaciones con los pupitres o con Antonio, que el hombre aún conservaba un sentido del humor muy fino. </p><p style="text-align: justify;">-Hace mucho tiempo que estás ahí colgada, ¿no pizarra? - Sí, contestó ella que no sabía por dónde andaban los hilos. ¿Puedes leer lo que escriben en tu lomo los profesores? - No, dijo ella con candidez. Pero, puedo recordar algunas cosas, disfruto tanto con la clase, que no me fijo en las caligrafías ni en los diagramas. No me gusta leer si es a lo que te refieres. </p><p style="text-align: justify;">La pizarra enrollable escandalizada no paró de reírse, con los años que tú llevas de servicio y ¿qué no sabes diferenciar una suma de la letra 'a'? No me lo puedo creer Ana. Yo, soy el modelo M-213G y sé perfectamente cuánto es la raíz cuadrada de nueve. </p><p style="text-align: justify;">- Estrés, dijo la pizarra Ana entre risas, un estrés insoportable, reía mientras la mirada del modelo M-213G era una mezcla de reprobación y lástima. Bendito sea el señor que inventó la linterna. ¿Cómo se puede ser tan ignorante?</p><p style="text-align: justify;">A ese comentario, Antonio el esqueleto se le encogió el entrecejo y a Ana la pizarra se le escapó lo que sigue:</p><p style="text-align: justify;"><span> </span><span> </span><span> </span><span>Cómo llama usted ignorante al que ha vivido para educar a generaciones, siempre en segundo lugar para que los reflejos no cegaran las gafas de los alumnos. Destacando las letras para que los que estaban sentados en la fila de atrás no se perdieran ni una coma. Cómo me llama usted ignorante cuando en mi piel llevo tatuada la tabla periódica, los ríos de la cornisa cantábrica y el delta del Ebro. ¿Cómo puede usted llamarme ignorante cuando sé de oído poemas enteros de la literatura universal? ¿Cómo puede usted llamar ignorante al que enseñó a leer 'm' con 'a' 'ma'. Y al que definió las palabras: protozoo, pluricelular o las diferentes eras de la Tierra, ¿sabes tú acaso que significa 'Pangea'?</span></p><p style="text-align: justify;"><span>El modelo M-213G tenía conexión Wifi y podría buscar todo eso en la red, pero prefirió no crearse más enemigos, pues los pupitres ya la miraban con ojeriza, la papelera le escupió un chicle sin acierto, y el esqueleto Antonio le hacía dedos a dos manos. Pidió, perdón a todos, se enrolló y se quedó dormido pensado que hay muchas maneras de saber.</span></p><p style="text-align: justify;"><span><br /></span></p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-63423960489355674842021-06-17T22:24:00.007+02:002021-06-18T22:05:57.330+02:00Minirrelato: Cuando Ascón recordó que era historia<p style="text-align: justify;"></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><span style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><a href="https://bit.ly/35xBvTa" target="_blank"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="113" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBfrv9DemSCWyqT4WOAbtaQaEbot4ltfLUmob24WS5Zes8XqHayBZKMKJAHhOmlep38Qsn722NAJMdlwSiGvbMuZ5L7fM1WisOV8K_Yx5C6m405a6Q8xqEIT_EwPCJqlHf8c751R8IMtm3/w200-h113/matamate.jpeg" width="200" /></a></span></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://bit.ly/35xBvTa" target="_blank">La Vanguardia</a></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"> Allí en la cueva mientras los hombres demostraban su hombría buscando y cazando mamuts y demás casquerías para sacar adelante las familias que tenían. Ya que en en ningún lado se leyó que eran monógamos, pero sí que tenían muchos hijos y ancianos que alimentar. Bocas que como pajaritos pedían cuando tenían hambre o lloraban cuando tenían frío.</div><p></p><p style="text-align: justify;">Una de esas noches un cazador llamado Ascón no podía dormir y se le acercó una de sus hijas, lo miró a los ojos. Pupilas despiertas y llenas de luz, que lo miraban con amor y admiración. Debía tener tres o cuatro años, pero en aquella época el tiempo se medía de otra manera. La abrazó, para protegerla del frío y le preguntó por qué no dormía. Ella le dijo que en su cabeza oía voces que no se callaban. El padre intrigado le dijo que le contara lo que esas voces le decían. </p><p style="text-align: justify;">La niña, llamada Mata, empezó con su voz infantil a relatar lo que veía y escuchaba de esta forma: Papá, dicen las voces que las luces del cielo se llaman estrellas, que los cambios del calor al frío, son las estaciones; que pronto vestiremos trapos que nos quitarán el frío y las cuevas serán diferentes. Las voces dicen que volaremos como los pájaros, y que nadaremos como los peces, que seremos dueños de la tierra hasta arruinarla y dejarla sin comida. Y llegará el día en que nos hincaremos de rodillas y pediremos perdón a la tierra por quemarla, robarla, abusarla y destruirla. </p><p style="text-align: justify;">A todo esto Ascón, la escuchaba asombrado, los espíritus se habrían apoderado de su cabecita, ¿sería una bruja? Sintió miedo por ella y por lo que le harían los demás si la escucharan, así que le puso un dedo en los labios a la niña y continuó la narración: El hombre está condenado a crecer y a hacer grandes cosas en su vida, sepa o no sepa hacerlas. Unas veces creará vida y otras las destruirá. El ser humano tocará las estrellas con los dedos, y bajará la luna a sus niñas iluminadas. Porque un padre con una hija que ve el futuro, debe correr para ver más que ella y protegerla. Él también intuía que la vida era algo más que comer frío y dormir caliente. Pero la urgencia de las necesidades diarias le habían hecho olvidar aquellos sueños que tenía a la misma edad de Mata. De niño las voces también le robaban el sueño por la noche para decirle que su hija sería reina, y que hombres y mujeres romperían los moldes del patriarcado y del matriarcado. Moldes que los tenían atrapados como el chico aquel que quería volar con las alas de cera. </p><p style="text-align: justify;">Incluso él sabía que esas voces eran de otros tiempos, eso que otros llamarían Historia, para ellos su ahora sería 'pasado' y lo que otras familias contarían sería el origen del 'futuro'. Consciente de que su instante era pretérito, y que su niña vidente volaba a otras épocas. La abrazó con fuerza, para que su calor le diera sueño a esos ojos despiertos y brillantes como la luna. Le sonrió y le dijo a Mata: Querida hija, había una vez una niña que sabía contar historias que escuchaba cuando dormía, así que mi niña dile a las voces que repartan el trabajo. Y dejen descansar tu tierno cuerpo, que el peso de la Historia no deben llevarla los niños, gracias por recordarme que mi trabajo es hacer que la historia sea. Para que tus mejores capítulos se hagan realidad, duerme mi niña, duerme, que yo te voy a velar.</p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-73063652470331825992021-06-16T22:49:00.003+02:002021-06-16T22:54:44.717+02:00Minirrelato: El sueño de Elva (XXI)<p style="text-align: justify;"> </p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: justify;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKdqagtD0uTYKdWr1C9J87x-vQY3a8MrzVZfGJsHsyhR8P1ZAA2RAsLwsj1YxvqJ9nXiOugw32rzNo0NXYNrs3PPBFROCuPsybQzpiP4bAfuFv9yCnBKV0zcPkm0p39xayKio8567P_Wu-/s861/colombo.JPG" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="543" data-original-width="861" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKdqagtD0uTYKdWr1C9J87x-vQY3a8MrzVZfGJsHsyhR8P1ZAA2RAsLwsj1YxvqJ9nXiOugw32rzNo0NXYNrs3PPBFROCuPsybQzpiP4bAfuFv9yCnBKV0zcPkm0p39xayKio8567P_Wu-/w320-h202/colombo.JPG" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://youtu.be/V-GmO_bkcv8" target="_blank">Colombo BSO</a></td></tr></tbody></table><br />Últimamente, Elva se entretiene viendo capítulos viejos de Colombo, ese detective de homicidios, desastroso, torpe y tonto, pero que resuelve todos los casos. El antihéroe, entrañable que aparentemente se dejaba intimidar o ningunear por los malos. Cualquiera podía decirle que se fuera, que se callara, que se equivocaba. Incluso a veces hasta su esposa invisible resolvía casos con él: "No se pone el carro antes que el caballo". O verlo cada noche, con su desastrosa gabardina y su puro a medio encender, cenar chile con judías y café.<p></p><p style="text-align: justify;">Encorvado, con un coche desastroso y el ojo bizco. Hace contraste con los malos, todos guapos, bien trajeados y conjuntados. En casas inmensas, con coches de importación de color plateado y con invernaderos llenos de orquídeas de miles de dólares. Su vieja tartana también era importada, pero que hasta un mecánico se niega a tocarla: "Porque hasta él tiene límites" y lo deja con el puro en la boca y el capó levantado.</p><p style="text-align: justify;">Elva, recuerda a aquella niña que veía los capítulos de niña y no pensaba que era tonto, sino que era su estilo. Ahora ya no sabría distinguirlo. Pero se le va la vista con la puesta en escena, los decorados, los vestuarios, los peinados. Le parecían una belleza, daba igual que a Colombo lo trapearan durante todo el capítulo, pues siempre alguno se pasaba de listo con él, otros se auto inculpaban delante suya a mitad de capítulo con chulería, pero era demasiado pronto para sus diagnósticos. Justo al final, y no antes, hacía jaque mate al del malo de turno.</p><p style="text-align: justify;">... Elva se percata que está lloviendo en junio, deja sus pensamientos y sus notas y se asoma a la calle, permitiendo que los goterones le cayeran en la cara, sintiendo el calor del agua al hervir cuando toca el suelo caliente del día de un sol de justicia. Apetece una rebeca, mientras sube el olor a tierra mojada. Arrecia el agua, y a lo lejos cree ver ... A Colombo, que se da por satisfecho de la jornada con su puro, su tartana y su esposa invisible. La mano de la ley efectiva, pero mal pagada. Allí se aleja en la curva con el ruido de los limpiaparabrisas, echando el humo de su puro, de las gotas que le caen en la manga de la gabardina desfasada, vieja y barata. Mientras, piensa: La justicia de bajo presupuesto también es justicia. </p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-22231321190633643962021-06-13T01:57:00.005+02:002021-06-16T15:45:16.716+02:00Minirrelato: El fin del mundo según una goma<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ-XeFpBBj5ZGicbvwBQeUdvG8K-mJwR58okEEeU1tTLwPSZ-qTkRmhtIQOuMnC24Eegcv6pStwSaPgEbdzqm9yn7IXKK5QAftqxl7w6BgA2Ofjo2itC0OQMHjV3D3W0HIPuujo0AftGhh/s225/goma.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ-XeFpBBj5ZGicbvwBQeUdvG8K-mJwR58okEEeU1tTLwPSZ-qTkRmhtIQOuMnC24Eegcv6pStwSaPgEbdzqm9yn7IXKK5QAftqxl7w6BgA2Ofjo2itC0OQMHjV3D3W0HIPuujo0AftGhh/w200-h200/goma.jpg" width="200" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> Ella era elástica y dura, borraba aquello que otros creían imperfecto. Sentía el calor de la mano y como jugueteaban con ella cuando se aburrían. Dolía como una piedra cuando era lanzada en proyectil. Verde, naranja, blanca, su color era lo de menos. Pronto el negro carbonilla la cubría por entero. Su forma cuadrada se iba redondeando con el uso. Y se quedaba sin aristas. Poco a poco iba perdiendo volumen y se convertía en una cuarta de su peso. Pronto cumpliría con su misión, borrar los errores ajenos. Todo iba bien hasta que llegó el verano, se acabaron las clases y se paró de repente la rutina diaria. Nadie la manoseaba o lamía con su lengua para saber qué sabor tenía. Nadie la hacía rodar. La carbonilla se le incrustaba junto al polvo acumulado. No sabía el por qué, los meses de estrés dejaron pasaron al hastío del verano. Donde nadie echaba cuenta del material escolar ni si quiera por añoranza.</div><p></p><p style="text-align: justify;">Pero, pronto el fin del mundo llegó. Septiembre trajo una larga lista de enseres que no contemplaba reciclar a viejos compañeros de fatigas. Nueva, casi sin lamer, casi sin estrenar, la tiraron a la basura. Y allí entre los colores de tamaño medio y los cuadernos con más de veinticinco hojas vacías, lloró. Pelusas de goma recorrieron su redonda cara manchando el papel ajeno. Ya con su futuro incierto sintió como la bolsa de la papelera era cambiada y llevada al contenedor gris, el agujero negro de la basura, que no era compostaje, ni papel, ni cristal, ni embalaje. ¿Dónde se recicla una goma a medio borrar y con los deberes aún sin terminar? ¿A qué cielo iban las gomas a medias? ¿Las que aún tenían asuntos pendientes?</p><p style="text-align: justify;">La incertidumbre era peor que si algún niño la hubiera masticado y escupido, al menos, hubiera saciado la curiosidad del que todo lo prueba aunque no sea comestible. Nunca fue la goma de un arquitecto, ni la goma de un universitario, ni la de un bachiller peleándose con las cuatro dimensiones y los puntos de fuga. Apareció en Primaria por casualidad y se quedó por convicción, pero no sabía que su vida sería corta, porque nadie aprovecha lo que tiene. El infierno de las gomas es que siempre hay gomas nuevas, no se valoran las curvas ni el servicio prestado. Siguió llorando pelusas y desapareció entre el resto del bolsas en el camión de basura de las siete y media de la mañana. Ese que viene siempre con prisa y vacía los contenedores sin bajarse del camión porque todo está automatizado. El chófer escuchó un lloro, pero pensó que fue su imaginación, las bolsas de basura a veces gritan enfadadas, pero hace ya tiempo que dejó de prestarles atención.</p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-38424613829253063202021-06-13T01:10:00.004+02:002021-06-13T01:10:57.618+02:00Poesía: El candado<br />Cuando se ama se habla de alianzas,<br />promesas y besos.<br />Cuando se imagina el amor,<br />se piensan en los refuerzos,<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJu5S9esG01FFB4u-omDIGwB2eLg_34GrWqLxcvBqw_zrBvRlT6OVf2X2Ewec4Hs5_IqcafMnL1w1yUmn4RHMsI1lbbx54nW1xgFtDKBR_PJv4UBYYoyD0XeF0gUKfem6lk-5C0HF3E6P-/s259/escalada.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJu5S9esG01FFB4u-omDIGwB2eLg_34GrWqLxcvBqw_zrBvRlT6OVf2X2Ewec4Hs5_IqcafMnL1w1yUmn4RHMsI1lbbx54nW1xgFtDKBR_PJv4UBYYoyD0XeF0gUKfem6lk-5C0HF3E6P-/s0/escalada.jpg" /></a></div>tú mano en mi mano. <br />Cuando se mira el amor con ojos de ferretero,<br />el amor se observa en un candado. <br />Candado como compromiso<br />sin promesas caducas y huecas. <br />Candado como anclaje, <br />por donde pasa la cuerda-guía, <br />que lleva a la montaña de nuestros proyectos. <br />Guías de seguridad que te fijan a la pared <div>en épocas de furiosos vientos,<br />o apneas de altura. <br />Los anillos son símbolos intransferibles,<br />en plata, oro o diamantes fabulosos. <br />El candado, discreto, es universal </div><div>y su brillo está en el óxido, <br />cuanto más herrumbroso y deslucido<br />más experiencia ofrece.<br />Más historias en su haber, <br />más pioneros han ascendido, <br />al Himalaya de su memoria.<br />Dando a propios y extraños, <br />la esperanza de la seguridad, <br />el ejemplo de otros románticos <br />que apostaron en proyectos en común, <br />A aquellos que vieron en la inestabilidad y el cambio, un reto. <br />Promesas nuevas, <br />herramientas nuevas, <br />Para nuestro apoyo y el de otros <br />Son vestigios del amor sentido, <br />La marca de pasos, <br />en el recorrido de la nieve, <br />de los antiguos compañeros de cordada. <br />Nosotros y los otros, <br />Arriba hasta la meseta de la montaña, <br />Subiendo etapas que nos lleven<br />al albur de la vida, <br />Y a por la siguiente jugada. <br /><br /><br />Autora: Yeiza Sarmiento<br /><br /><br /><br /></div>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-75079456184226689992021-06-12T18:52:00.001+02:002021-06-12T19:02:21.835+02:00Minirrelato: El sueño de Elva (XX)<p> </p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: justify;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQi8cIkbgoqB-jnuT9QcpH6UpcL5L9gpldx3-7nMaRyRH-Afo4WOCHXIhl6mLEnvQITn_Brh88Y-Nz3zYO4JvzOwjyIPPTj8WvVhFMs-vnKZqN8KFCS1AtAwDSGbVojxPHPW17JqIGy-F1/s275/sm.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQi8cIkbgoqB-jnuT9QcpH6UpcL5L9gpldx3-7nMaRyRH-Afo4WOCHXIhl6mLEnvQITn_Brh88Y-Nz3zYO4JvzOwjyIPPTj8WvVhFMs-vnKZqN8KFCS1AtAwDSGbVojxPHPW17JqIGy-F1/s0/sm.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.latercera.com/paula/lo-hago-porque-no-estoy-bien-el-problema-de-banalizar-la-salud-mental/" target="_blank">La tercera</a></td></tr></tbody></table><p></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces el sexto sentido te juega malas pasadas, no sabes si es eso o el diablo que te susurra al oído malos pensamientos. Cerró las ventanas del cuarto y echó fuera las luces del mediodía tras las pesadas cortinas. Desterró el día por la noche de un plumazo, porque la voz le dijo que eso no era bueno, que tenía malas intenciones. Y ahí estaba de nuevo, encerrada en su cuarto y lamentando ser esclava de una mente perversa que convertía su vida en una cárcel. </div><p></p><p style="text-align: justify;">No podía fiarse de nadie, y menos aún de sí misma. Era el sujeto perfecto para fobias y paranoias. Cuando explicaba eso a algunas personas escogidas, la miraban con pena y diciendo: "Deja las cosas en manos de Dios", en cambio otras: "Nadie lo diría, se te ve tan bien, no se te va cayendo la baba por un lado ni nada". Se le ponían los pelos como escarpias cuando escuchaba esto a sus congéneres. Y cómo en pleno siglo XXI, cualquier problema de salud mental era tratado como si uno estuviera apestado. ¿Hasta qué punto era Elva fiable? ¿Era peligrosa para ella misma o para los demás? </p><p style="text-align: justify;">Las últimas crisis de Elva la habían sumido en las sombras oscuras de casas cerradas y sin apenas trato con la humanidad. La almohada era su parapeto y las sábanas la protegían del desapego de los demás. Esos a los que alejaba, pero que tanto necesitaba. El nivel del agujero del submundo al que se dirigía en soledad no tenía fin, y sabía que iba de cabeza a los círculos de Dante porque encontraba demasiado cargado el aire de azufre y todos los personajes de Vargas Llosa, en Las cinco esquinas, se paseaban desnudos por la habitación. Replicando danzas como solo Vargas sabe describir con humedades, vapor y piel.</p><p style="text-align: justify;">Otro día más restado a la vida útil que todos conocen, una raya más pintada en la pared de la habitación. Cautiva en su propia cabeza, no paraba de repetírselo, delante de ella acababa de saltar el conejo blanco de chistera morada, luego el fumador de hierba que iba a calzón bajado mientras bailaba con la cerveza en la mano cantado feliz de estar con las percepciones alteradas. ¿Por qué te agobias rubia? Y continúa bailando como si una música étnica llena de tambores le marcaran el paso y el pulso. Ella no entendía su sorna, su burla, su ignorancia, su humeante escapada hacia delante de lo que ella huía.</p><p style="text-align: justify;">Hay tantas cosas que decir sobre la estabilidad emocional y la inestabilidad mental que a Elva le gustaría gritarlo a los cuatros vientos. Cuántos sin diagnosticar y cuántos empequeñecidos por la etiqueta y los prejuicios del diagnóstico. La normalización es un camino que pasa por regresar plena del infierno y con los músculos más tonificados que nunca. Como el preso que se pone en forma en el gimnasio de la cárcel o se saca la carrera de abogado en la trena. Elva sonríe imaginándose así misma desarrollando superpoderes que sirvan para ayudar a los demás desde su pequeña parcelita. Superheroína, hipersensible, una campana de resonancia, cualquier definición le da igual, lo que quiere es tener vida cuando vuelva.</p><p><br /></p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-31980289665272388022021-06-06T23:29:00.004+02:002021-06-06T23:32:11.306+02:00Minirrelato: El sueño de Elva (XIX)<p> </p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7R-DYQXV9wr5wilHzXLtqqA9szg7FPxsOZEwg3Zw7Ok6dezmryVV1iBmFXSuV_htK6Lp9luEFkB_CicSJvajHcLGiPXSHlg8sJn646Dn9bfOoO1Ejzes6xdMXZEEhhAwLp5cAk8XL1GDw/s300/manostijeras.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7R-DYQXV9wr5wilHzXLtqqA9szg7FPxsOZEwg3Zw7Ok6dezmryVV1iBmFXSuV_htK6Lp9luEFkB_CicSJvajHcLGiPXSHlg8sJn646Dn9bfOoO1Ejzes6xdMXZEEhhAwLp5cAk8XL1GDw/s0/manostijeras.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.filmaffinity.com/es/film827774.html" target="_blank">Manostijeras (1990)</a></td></tr></tbody></table><br />Cuando tus manos son las mismas con las que te produces cicatrices, y nadie te dice que en vez de manos tienes tijeras y eres capaz de dañarte o herir a otros. Coges miedo de tu propio poder, si tienes la mala suerte de encontrarle un uso de destrucción masivo, realizarte aunque sea a malas, te da una razón para vivir. Sino que se lo digan a Joseph Goebbels y tanto otros que usaron sus dones para aniquilar a la humanidad que le estorbaba. <p></p><p>Las pruebas de poder las tenemos todos, podemos hacer el bien, el mal o pasar del tema como quien no ha visto nada. De hecho los telediarios y nuestros días están llenos de decisiones así. Somos poderosos desde nuestra imperfección como humanos. Pero, hay momentos en que la capa está colgada para momentos 'in extremis'. No vaya a ser que se 'descoloríe' de tanto usarla.</p><p>Elva recordó a Eduardo Manos tijeras, que con un poder destructivo en sus manos decidió que crearía belleza allí donde fuera a posarlas. Ella miró sus dedos: largos, uñas pintadas a la moda, acababa de echarse crema en las piernas morenas por el sol de la playa. Se sintió poderosa, pero sin descubrir aún cuál era su super poder. Estamos en la era de los super X: gente que saca matrículas de honor como churros, gente que inventa comida de las algas del mar, gente que busca la manera de acabar con las islas de basura que flotan en los océanos. Gente que inventa, crea, ingenia, supervisa. Todos son superpoderosos en su área, pero ella solo sentía el poder, como una candela de madrugada. ¿Cuándo se convertiría en potente llama? </p><p>Solo una vez en la vida notó que el poder se le subía a la cabeza y se sintió diosa. Le ardía hasta la médula, miraba a los demás desde arriba y podía saber a ciencia cierta qué sentían en ese momento: compasión, miedo, rabia, venganza, deseo sexual, comprensión, sabía quién la quería a su lado y quién quería alejarla. No le gustó. No quiso saber tanto, prefirió negar su don y quedarse ciega. Como la divina Justicia, aunque quizás quedar a merced de los lobos, pero atenta ante la posibilidad de vivir en la ingenuidad del que es feliz en la ignorancia de la inmediatez, del "Ahora" que ella no inventó. Ya es una más de la generación I (Instantánea) sin grumitos... Ella a su manera, usó sus tijeras para hacer sentir bellos a los demás... Buenas noches Elva</p><p><a data-ved="2ahUKEwjrq6uP9IPxAhXLzIUKHZN8DhwQFjAAegQIBBAD" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Goebbels" ping="/url?sa=t&source=web&rct=j&url=https://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Goebbels&ved=2ahUKEwjrq6uP9IPxAhXLzIUKHZN8DhwQFjAAegQIBBAD" style="-webkit-tap-highlight-color: rgba(0, 0, 0, 0.1); background-color: white; color: #1a0dab; font-family: arial, sans-serif; font-size: small; outline: 0px;"></a></p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-36535816651572296052021-06-06T00:38:00.003+02:002021-06-06T00:41:34.604+02:00Minirrelato: El sueño de Elva (XVIII)<div class="separator" style="clear: both;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjSouEHVQssqJWFqofML8Po_GAnKDbY7EifEveteVvKCA-9ViHZyXzmc1ebVazryrcZmW0o7UHkg0sF5BKm7jCbn7ytl2j6gobPIbYXQ4BGfD82fU4SRrlw5WoQtA3-Aqb72EX-3OsPLZY/s353/mudo1.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="353" data-original-width="236" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjSouEHVQssqJWFqofML8Po_GAnKDbY7EifEveteVvKCA-9ViHZyXzmc1ebVazryrcZmW0o7UHkg0sF5BKm7jCbn7ytl2j6gobPIbYXQ4BGfD82fU4SRrlw5WoQtA3-Aqb72EX-3OsPLZY/w134-h200/mudo1.jpg" width="134" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La mirada</td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;">Suena el piano en cine mudo, dando saltos y corriendo detrás del malandrín. Elva disfrutaba con las películas en blanco y negro, donde las rubias eran tan rubias, los malvados tan malvados, los buenos eran tan santos, que cuando el hambriento Chaplin se comió los cordones de sus botas le supo, incluso a ella, a pasta al pomodoro con su orégano y todo. Qué fuerza de convicción para transmitir desde el silencio, de manera tan completa. Hoy con video llamadas, emoticonos, memes y nos quedamos cortos, siempre nos falta contexto para entender al otro, quizás porque para ver cine mudo hay que abrir los ojos y apretar las orejas para sincronizar la música con los gestos y darles el dinamismo que requiere la comunicación completa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Siempre recordará la película Metrópolis, una ensoñación futurista, ya pasada de moda, en la que en el año 2000 el mundo seguiría regido por ricos, pobres y máquinas. Muy desencaminada no iba, salvo que le faltó el acoso publicitario, las redes Wifi y las adicciones a las pantallas, aunque seguro que hay otra peli que lo explica.</div></div><div class="separator" style="clear: both;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_QoN4eI_NzlrN89giPs1SBfRjEzvy7swnFsOgx4oiy25Ifd0D0p6CvLOeJtIyGmCgIBrXqPRRfqoJZ-H71hEHVQj2VoIteC7WlVMQZSML0dTKjqaklsO-St0ZkftSDFXKppFQ3iLaRRcC/s252/mudo2.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="252" data-original-width="236" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_QoN4eI_NzlrN89giPs1SBfRjEzvy7swnFsOgx4oiy25Ifd0D0p6CvLOeJtIyGmCgIBrXqPRRfqoJZ-H71hEHVQj2VoIteC7WlVMQZSML0dTKjqaklsO-St0ZkftSDFXKppFQ3iLaRRcC/w187-h200/mudo2.jpg" width="187" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cortejando</td></tr></tbody></table>Para Elva soñar con el futuro, es mirar al pasado a ver qué esperaban nuestros bisabuelos de nosotros con lo que ellos empezaron. En pocos, años hasta ella se siente desfasada tecnológicamente, ya que hasta para encontrar amistades hay que usar cables, pantallas y redes sociales. Acaba de hablar con un amigo suyo Off line- hay que aclararlo - que ha conocido al amor de su vida en el mundo On line, y allá que va. Que si en Metrópolis el enamorado lo hacía de una pobre proletaria hoy son los algoritmos y medias verdades las que unen los corazones que a veces se escondían practicando el amor cortés.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La pianola suena de forma circular, aunque no han parado de salir personajes corriendo, sonrojándose y oliendo flores como si fueran las del paraíso. Mientras la celestina de turno cuidaba de la honra de la bella muchacha, Elva no recuerda si los pobres tienen sujeta velas que guardaran su honra o el palo de la fregona detrás de la puerta. Le falta mucho cine por ver, saltar la pantalla y reírse del tropiezo de Chaplin. O el guiño del don Juan de turno. Ay, Elva... To be continued...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-90177956002882841932021-06-05T10:29:00.001+02:002021-06-05T10:50:42.896+02:00Minirrelatos: El sueño de Elva (XVII)<p></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUulcZ1RcKg5VKVs3OUNm2F4G6teA6S-6WRY_cyRW2EnSVujlJNnFRjE-dA2KE-2YmjVDkhtIcdKKbWX4VzqSj-rtM5zJcNsfruIaI9Ys9lD0dhbU37deC26djFOSEcab94l3v3GJYlVTg/s240/reinacorazones.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="210" data-original-width="240" height="175" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUulcZ1RcKg5VKVs3OUNm2F4G6teA6S-6WRY_cyRW2EnSVujlJNnFRjE-dA2KE-2YmjVDkhtIcdKKbWX4VzqSj-rtM5zJcNsfruIaI9Ys9lD0dhbU37deC26djFOSEcab94l3v3GJYlVTg/w200-h175/reinacorazones.jpg" width="200" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Reina de corazones</td></tr></tbody></table><p></p><div style="text-align: justify;"><br />Los antiguos ricos y poderosos no fueron los únicos en inmortalizarse perfectos, lustrosos y usando el 'modo belleza' del pincel y el buen hacer del pintor de turno. No nos soportamos, ni a propios ni a extraños porque estamos hechos de cristales rotos... Elva se giró, mientras pensaba mirando al techo, como si allí estuviera la otra cámara que atrapara su esencia, desde el filtro número cinco del móvil, para que quede natural, no hay que exagerar.</div><p></p><p style="text-align: justify;">Allí donde los cristales de tu cuerpo tienen contacto a diario con otros, se vuelven romos y no cortan, pero desde que la mano acaricia otras fronteras, sale ensangrentada como si hubiera tocado una cadena de espinas. Cristales, espinas, cuchillos, filos cortantes todos. Las relaciones humanas están hechas de sangre fresca y cicatrices de varios puntos de sutura. Nos pasamos la vida poniendo cinta de carrocero en las heridas. Nos dicen que somos iguales, que estamos hechos para ser sociales, gregarios, pero la salida al dolor es la risa, la broma, el esperpento, la caricatura.</p><p style="text-align: justify;">Como caricaturas, así nos pintaron Valle Inclán y Galdós, entre otros, de hecho es la manera más amable de vernos unos a otros, a través del sentido del humor. Una sociedad que se pone maxi vestidos para esconder los zancos con los que apenas sabe caminar. O que esconde debajo a la Reina de Corazones. Falsedades que convienen para facilitar eso que llaman la convivencia cordial o diplomacia aplicada. Como la barba, que los vuelve más varoniles, fuertes, invencibles, espartanos, sexys y paternales. Hasta que se la quitan, y ves la cara de niño o el individuo gris que se escondía bajo el atrezo y el maquillaje que el Marketing definiría como los hombres fuertes de la New Age. </p><p style="text-align: justify;">Ambos, hombres y mujeres están atrapados por las filias y las fobias del paso del tiempo y pulen sus cuerpos, lo que el cristal dé de sí. Aunque se rompa. Ya surgirá una obra maestra, es lo que queda. Mujeres que como Elva se miran y remiran desde el otro lado del espejo de Alicia, porque ese lado favorece más. Y más si levantas el móvil y tomas un plano en picado destacando los ojos de gata. </p><p style="text-align: justify;">Se miró en el espejo, hoy no vio su rostro pálido y lleno de imperfecciones. Al contrario, vio una máscara perfecta. Por fin, el maquillaje base y el brillo han hecho el milagro, pensó. Soy como la que que sale en el 'selfie', se repetía feliz. Pronto recordó que los seres de cristal, en realidad son hijos de la arena y pueden reconstruirse a gusto, da igual que sea una belleza real, ficticia, una máscara o un esperpento. La Reina de corazones siempre cortará cabezas.</p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-88931542042827333002021-06-05T03:17:00.006+02:002021-06-05T03:54:58.728+02:00Minirrelato: El sueño del Elva (XVI)<p><br /></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiioemxjlzvvAukewwH57rfQ4R05dhWD0o6EAdBm6IodmUxW1LqDqlzOgrU_n-F4jnkTY63ZQnxW9XyMFEOShq1i3rbKUuhS1m19R7MFImQ4lP1y6aVbf_T5Uqp4cM-ohZXHmjAI1hq6G6x/s300/amelie.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiioemxjlzvvAukewwH57rfQ4R05dhWD0o6EAdBm6IodmUxW1LqDqlzOgrU_n-F4jnkTY63ZQnxW9XyMFEOShq1i3rbKUuhS1m19R7MFImQ4lP1y6aVbf_T5Uqp4cM-ohZXHmjAI1hq6G6x/s0/amelie.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.filmaffinity.com/es/film151039.html" target="_blank">Amélie (2001)</a></td></tr></tbody></table><p></p><div style="text-align: justify;">Elva miraba la película por décima vez, la mirada de ella abierta de par en par. La sonrisa inocente del que tiene el alma limpia y joven, aniñada diría. Unos ojos que hacen grande lo pequeño y gigantesco lo minúsculo. Un alma hecha de pétalos de flores y alas de mariposa, pero duras como las puntas de las bailarinas a fuerza de 'pointe'. Sacrificio y constancia, hadas de metal. Amélie y su piano director, ella y sus fotografías que reconstruían vidas rotas. Vidas que nadie tenía interés de recoger del suelo salvo ella. Que les ponía nombre y apellidos. Así es, su heroína de la gran pantalla y cuya mirada la recogía a salvo en algún lugar de su alma.</div><p></p><p style="text-align: justify;">El alma de Elva o Amélie o viceversa, eran jinetes amazonas de bicicletas y bufandas de colores solares, bailando en plena calle las bandas sonoras que solo sonaban en sus cabezas. El piano, el xilófono, la percusión, el viento barrigón, todos daban color y luz a sus días, y paz a sus noches. Medias de colores chillones y sombreros a juego para que el sol no pintara más pequitas en su francesita cara.</p><p style="text-align: justify;">A Elva la edad la ponía en su sitio y no era el sol sino los estrógenos los que dibujaban pecas que daban un falso moreno a su cara. Manchas que en la mágica televisión desaparecían, pero que en las tiendas de cosméticos, las empleadas se empeñaban en esconder detrás de los productos más caros, para que te los llevaras primeros.</p><p style="text-align: justify;">Tanto Elva como Amélie, sabían que todo tenía una vuelta de tortilla a la francesa y un poco de acordeón, a fuerza de echarle imaginación e inocencia infantil. Mientras suena el piano, como los latidos del corazón bailando un 'pas a deux'. Amélie y Elva se hacen reverencias y se toman de la mano, como aquellos bailarines eternos de las cajas de música, que bailan sin tocarse, pero cuyos besos volaban con las notas musicales. </p><p style="text-align: justify;">Amelíe, susurra: Elva, no te alejes de mí, no dejes de recordarme que la inocencia es es el tesoro de los vivos y los enamorados. Y ella, solo podía contestar llorando, aunque sonara una marcha triunfal. Elva habla siempre de amor, porque en su corazón germinó hace tiempo el rosedal del romanticismo y Amor se quedó atrapado entre sus espinas. </p><p style="text-align: justify;">No lo suelta, aunque ella se lo recuerda: Elva no seas egoísta, el mundo necesita amor, libertad y alegría, no puedes atraparlos en tu egoísmo infantil. La ingenuidad no es avariciosa, es generosa como el agua que corre, como el aire que respiras y luego devuelves, no te lo puedes quedar, pues se volvería tóxico.</p><p style="text-align: justify;">- Amelíe, tienes razón. ¿Pero, cómo no ser egoísta? ¿Cómo ser generosa en la sequía de la pobreza? ¿Cómo no ser cazadora cuando el hambre aprieta? ¿Cómo dejar de bailar cuando suenan el piano y el violín como si estuvieran haciendo el amor en el aire y a plena vista? ¿Crees a caso Amelíe que tu alegría es perpetua? ¿Acaso tomas psicotrópicos o seré yo la que me perdí en tu fotograma para siempre? ¿Acaso estoy atrapada en la escena en la que recoges fotos rotas y abandonadas en el fotomatón? ¿Seré yo acaso una foto más en tu álbum de recortes, Amelíe?</p><p style="text-align: justify;">- Elva: Mírame con tus preciosos ojos de plato mirando la gran pantalla, quiero ser ese telón blanco que recoge todas las fantasías que te hacen llorar, reír, soñar y sentirte libre. Eres una 'rara avis' y yo solo un recorte en blanco y negro. El piano marca el camino a seguir todo el tiempo, como sargento en su última batalla. Llorar, no sé si llorar, el piano no marca el camino de las lágrimas, tan solo te ordena seguir. ¿Cuándo termina la película Amélie? Cuando las teclas dejen de dibujar el plano a seguir, </p><p style="text-align: justify;">- Dile que se calle, no puedo seguir el ritmo, parece que me ha oído y ha bajado el 'tempo'. Gracias por escuchar el ruego del personaje de una secuencia en la que una foto- vista en picado por la cámara- en la basura vuelve a tener vida. Y de repente suena el xilófono, de la alegría, de los sueños, que vuelven a empezar. Saliste del olvido, al momento presente y ella te hace bailar de nuevo, con la ilusión del que se siente por primera vez en la máquina del fotomatón, y en el tercer intento sales guapa, Elva sonríe con la sonrisa infantil, feliz, ingenua como en la película de Améle. </p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-47695532441032935462021-05-16T09:59:00.003+02:002021-05-16T10:01:52.635+02:00Minirrelato: El sueño de Elva (XV)<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSopuwPtICDpNn9cC9CildNkuyCDM_kRRGDuZKKMAd-IlXRwQ1KCKL_E2Z0mnhOlwwG6gN0oPNkztj1K3Y0LmGGTsJqoqllJQACVn2jTcHFNWxad0mUWuqQSMaKtKy8XSL4o5AZFUGlY4R/s900/orson.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="900" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSopuwPtICDpNn9cC9CildNkuyCDM_kRRGDuZKKMAd-IlXRwQ1KCKL_E2Z0mnhOlwwG6gN0oPNkztj1K3Y0LmGGTsJqoqllJQACVn2jTcHFNWxad0mUWuqQSMaKtKy8XSL4o5AZFUGlY4R/w200-h133/orson.jpg" width="200" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://bit.ly/3fqjjzr" target="_blank">Fuente:Orson Welles. La Tercera</a></td></tr></tbody></table><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: right;"> </div><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: right;">Hace mucho que Elva no coge las teclas del ordenador y escribe lo que terapéuticamente necesita sacar de su cabeza. Había exceso de información: una pandemia, ciudades silenciosas y coches de protección civil dando voces, desde sus megáfonos, advirtiendo que se quedaran en sus casas. Nadie en la calle, en un balcón cerrado por rejas y cristaleras una niña sentada en el suelo sacaba la cara de pena por entre las rejas marrones, como si su cara pudiera escapar e ir a jugar a la calle.</div></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><span style="text-align: justify;">Negacionistas que negaban la gravedad de la pandemia, del uso de las mascarillas, de la eficacia de las vacunas, pero nadie negó la lista interminable de fallecidos que eran incinerados solos y en la distancia de sus seres queridos.</span></div><p style="text-align: justify;">Que a pesar de que muchos negocios han superado el tsunami como unos campeones, otros han abierto y de los últimos, solo quedan conchas vacías. Ya vendrá otro cangrejo ermitaño y cambiará un local por otro. Por que si hay algo que hemos aprendido en pandemia es que mientras los bancos continúen concediendo hipotecas y créditos no se acabará el mundo. Las letras a veinticinco o treinta años son el motor que mueve la sangre de un mundo materialista, hijos del dios dinero, el patrimonio y las herencias. Todos queremos dejar algo a nuestros hijos y nos conformamos con separar el plástico del papel y un pisito en el centro. Como padres hemos cumplido, ya le hemos dado sentido a nuestra vida.</p><p style="text-align: justify;">Elva se rebela a estos futuros llenos de ideas retrógradas y del ladrillo. Que todo el mundo tenga su plato de comida, su sanidad pública, su casa y que sus hijos reciban la educación necesaria para ser mejores personas de lo que ellos fueron. Que el alumno supere al maestro, para que sean buenos maestros de otros.</p><p style="text-align: justify;">Si le preguntas a Elva del por qué de este discurso tan panfletario, es porque a veces es mejor hablar de lo grande y dejar lo pequeño para otros momentos. También es cierto, que demasiadas cosas pequeñas calladas, engordan el silencio que cubre la realidad, ocultándola para el que le convenga.</p><p style="text-align: justify;">Elva mira las noticias post estado de alarma, las playas están llenas, la hostelería tan castigada ve luz después del túnel, los viajes inter provinciales ya son posibles sin tener miedo a cruzar ningún telón de acero. Ella recuerda cuando se ponía los Epis como si fuera a operar a vida o muerte, y ahora ya puede buscar el tankini, siii, tankini. Un bañador de dos piezas, que el que le puso ese nombre debería ir a la cárcel con cadena perpetua. Pero traje de baño al fin, para enseñar 'piernita' aunque no se ha erradicado ni de lejos la pandemia y siguen cayendo enfermos o fallecidos, aquí en nuestro país español o en el resto del mundo.</p><p style="text-align: justify;">Aunque también es verdad, que con las gafas de sol, no se ven bien las fronteras de ningún país, así que aquí en la playa no pega hablar de eso. Hay que vivir, que la guerra silenciosa nos ha hecho confinarnos en nuestras casas, casi un año entero, sobre todo los mayores, que asustados, no pisaban la calle. Y estando en casa nos dimos cuenta de que teníamos que pintar, que hacer reformas. Si tuviéramos que volver a encerrarnos, ya tenemos sofás nuevos y muebles de cocina en condiciones. Hechos los deberes, deja que el protector solar salpique mi piel y me sienta sexy al sol. Con la mirada lasciva del que acaba de salir de la cárcel y ve 'carnita' por primera vez.</p><p style="text-align: justify;">Elva, mira la pantalla con cara circunstancia, no sabe si es con cara de cínica o perpleja porque siendo real lo escrito, aún se queda corta. Si Orson Welles levantara la cabeza y viera el contexto de fin del mundo que hemos vivido, hasta él diría:</p><div style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCrJgCAhbF2bpQ-kMfIa5NVf4yfi7YmutBDiS27vXmQcq5XlbFeIRNUBBf0hrQzYfd2YJIXbrO0bbz-3V-IiXhO2CEcMqpoFLXikoE5yMmflGq2NRnwgdi7xrdFVR1DxsnxJAy8Hvb1MxM/s768/orson1.webp" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="469" data-original-width="768" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCrJgCAhbF2bpQ-kMfIa5NVf4yfi7YmutBDiS27vXmQcq5XlbFeIRNUBBf0hrQzYfd2YJIXbrO0bbz-3V-IiXhO2CEcMqpoFLXikoE5yMmflGq2NRnwgdi7xrdFVR1DxsnxJAy8Hvb1MxM/w320-h195/orson1.webp" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fuente: <a href="https://bit.ly/3fqjjzr">La Tercera</a></td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div>"Damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte"* ... Y han venido para quedarse.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fuente: <a href="https://bit.ly/3fqjjzr" target="_blank">La Tercera<br /></a><br /></div>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-85479120601426268402020-12-06T17:39:00.006+01:002020-12-06T20:48:10.957+01:00Minirrelato: El sueño de Elva (XIV)<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN6WgRXsKVnROuR39unldvOjMPzhoe1jghorIZNFfKalwQxmDhhOjhwLhoZAA9yuEyM8g_zCRMiXSHwsyxAAnDysm8na8l983wJ__2WKhv-Lbxs1aJ-0Odf2Q1vkjtZo2V5r2rJyVz9do0/" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="168" data-original-width="300" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN6WgRXsKVnROuR39unldvOjMPzhoe1jghorIZNFfKalwQxmDhhOjhwLhoZAA9yuEyM8g_zCRMiXSHwsyxAAnDysm8na8l983wJ__2WKhv-Lbxs1aJ-0Odf2Q1vkjtZo2V5r2rJyVz9do0/" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">Cuando Elva empezó su diario no sabía que aquellas páginas en blanco serían como las sábanas que la recogerían en un fuerte abrazo cada vez que lo abría. Muchas veces sentía que la rabia o la mala baba no deberían llenar ese espacio. Por eso siempre que las emociones no la secuestraban intentaba transmutarlas en algo creativo. Escribir siempre fue el jardín secreto donde sentía que todo era posible. Todo era posible, menos quedarse a vivir allí. Vivir para siempre en donde la creatividad hace su magia. </div><p></p><p style="text-align: justify;">Lo había pensado muchas veces, ¿y si tomara algo para prolongar esa estancia? La inspiración no es un lugar, es un estado. El camino desde un estado neutro hacia la genialidad de un estado alterado cuasi- controlado. Todos buscan ese puente. Una vía hacia la inspiración y la felicidad. Sino que se lo digan a aquel bailarín, a aquel cantante o a aquel gestor de proyectos que los sentía como un hijo. El estrés de correr detrás de las musas, pretendiendo secuestrarlas y convertirlas en creadoras de contenido en serie. Mucho se le pide a la inspiración y a su grey. Quizás por eso los sapos, siempre tan cotizados, han pasado de ser comidos, a ser besados, para terminar siendo lamidos por su sudor. Extracto, que según algunos cuentan, les transporta allí, a donde la luz de neón es perpetua. El cuento cambia con el paso de los siglos y se vuelve más sofisticado y adulterado.</p><p style="text-align: justify;">Esforzarnos por escuchar a nuestro cuerpo y traducir las señales, que se empeñan en decir que el camino va a ser duro, y cualquier escape fuera de la realidad se puede pagar con salirse de la carretera. Ser realistas durante la tormenta, en vez de ponerse la venda en mitad de ella y chupar sapos. Protegerse siempre, quizás llevando el chaleco antibalas y la amabilidad de una sonrisa. Ser creativos en el trato a los demás, ser poéticos en nuestras palabras y abundante en hechos, en buenos hechos. Que la palabra 'esperanza' no se quede escuálida y muera por desnutrición. </p><p style="text-align: justify;">Así escribe Elva, como si hablara con alguien, aunque la estancia está vacía...</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><br /></p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-2561906142723234952020-12-01T19:23:00.002+01:002020-12-01T23:16:41.227+01:00Minirrelato: El sueño de Elva (XIII)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs9jUf80u6dAiuf3UnYBgKTllWedAXE_OFQBCaGo6Y3J50pIFu7DkrJ8HpJo8T-0XfZAO6FeLkbu08rJIQAvZK2znxdKGWqQcp0kCs69F1o_pvpnUteMQOabfXnXSri2Oy0HW6gCgpbbTI/s308/th.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="173" data-original-width="308" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs9jUf80u6dAiuf3UnYBgKTllWedAXE_OFQBCaGo6Y3J50pIFu7DkrJ8HpJo8T-0XfZAO6FeLkbu08rJIQAvZK2znxdKGWqQcp0kCs69F1o_pvpnUteMQOabfXnXSri2Oy0HW6gCgpbbTI/w320-h180/th.jpg" title="El Principito" width="320"></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El Principito</td></tr></tbody></table><span style="text-align: left;"><div style="text-align: justify;"> Elva camina campo a través, el atardecer enreda sus rayos entre los árboles escuálidos. La humedad marida con el sudor del esfuerzo de la ascensión. A veces tiene flashbacks del pasado, cuando giró mirando al sol, éste le trajo un recuerdo breve, tan breve que se tornó sensación. Quizás si hubiera sido más potente aquel rayo la hubiese llevado al sitio y al momento en cuestión. Se quedó con la miel en los labios, se sintió como el Principito viajando entre las estrellas, entre los mundos. </div></span></div></div><p></p><p style="text-align: justify;">El Principito que tuvo que irse para reconocer lo bueno que dejaba atrás, pero nadie le dijo al niño que ningún tiempo pasado fue mejor. Pues, el tiempo corre para ellos y para ti, y nunca están igual que los dejaste. La rosa, ya es rosal y se fecunda en tu ausencia sin que intervengas. Cuando vuelvas a tu reino Principito. Ella es otra y los baobabs están en multipropiedad. Llegas y tu memoria se rompe, lloras en tu planeta, ora de pena, ora de alegría. Pues, el Principito como ser noble que es, se alegra de que las cosas cambien, mejoren, muten. </p><p style="text-align: justify;">Al igual que nadie le avisa del cambio de las cosas, y la mutación de la realidad, nadie le avisó de la barba y el cuerpo atlético listo para el combate o lo que la rosa hubiera querido. El minúsculo planeta ya no le sirve de cuna. Pero entre la rosa, el cordero y los baobabs estaba completo el terreno. Se alegró, porque el Príncipe se sabía rico. Pues, había entendido que la verdadera riqueza estaba en la libertad de entrar y salir, subir y bajar, irte y volver. Ninguna cadena tenía atrapados sus pies, ningún eslabón o grillete ataba sus manos o ahogaba su garganta. Esa libertad que muy pocos conocen, porque confunden volver al hogar con entrar a un nido de plata, decorado de créditos e hipotecas. Se los dijo, la tierra que compras espera pacientemente la madera de tu ataúd, o el palomar que acoja tus cenizas...</p><p style="text-align: justify;">Elva tropezó y se le cayó un libro, se agachó a recogerlo y le dio tiempo de ver la cola de un zorro y un trozo de túnica azul. Suspiró, hacía rato que los notaba respirar cerca. Se puso derecha y al ver que el sol apenas estaba presente. Decidió regresar a casa pesando que el 'ahora' es más pleno de lo que creía.</p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-23600221121278822972020-11-26T14:46:00.004+01:002020-11-26T21:20:25.631+01:00Minirrelato: El sueño de Elva (XII)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiclfp8OrWdzc0zl2yHS6A12RcF-Mf-cCgwZbrAAF7ShD7sVM6OYcC2LDHTQXeMJyQIN0QZ-ko9VH-c256AZj-QVFYe_jRbLrKqgbMkuI4IpaCpCBOKRbADli4t18TtcNpVRwWTNk0FmHDr/s300/th.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="211" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiclfp8OrWdzc0zl2yHS6A12RcF-Mf-cCgwZbrAAF7ShD7sVM6OYcC2LDHTQXeMJyQIN0QZ-ko9VH-c256AZj-QVFYe_jRbLrKqgbMkuI4IpaCpCBOKRbADli4t18TtcNpVRwWTNk0FmHDr/w141-h200/th.jpg" width="141" /></a></div><br /> Dicen que los sueños, sueños son... Que sueñan los dormidos y proyectan los despiertos. Que si crees, creas...Y mil memeces más que Elva ha creído y anotado en su cuaderno de frases memorables. Esa libreta de portada de cartón reciclado y estampado de hojas (iba a decir "print" influencia de los influencers) . Estaba pintado y dibujado como por una mano infantil, pero con la pulcritud de una meiga apuntando hechizos, o los apuntadores de memes virales. El Necronomicón de la sabiduría de Facebook, YouTube, Instagram y porque ya no le da vida con más fuentes de sapiencia online.<p></p><p>Se sentía harta de recibir comentarios sobre su formación y a lo que había llegado en la vida. "Ay con lo que tú estudiaste, con lo buena estudiante que tú eres. ¿Y tus compañeros de universidad ya son famosos? ¿Los ves salir en la tele? ¿Y por qué no te sacas unas oposiciones?"</p><p>En esos momentos, se sentía como la pieza perdida del puzle, la Bridget Jones de su promoción... Claro que todos tenemos posibilidades, pero las circunstancias personales de cada uno influyen.- Se justificaba en voz baja y metía la cara en el cuaderno de oraciones, lleno de palabras mágicas.</p><p>Echaba la vista atrás, aún recordaba con estupor aquella noche, en la que trabajaba de friegaplatos de una cafetería, para pagarse la carrera y poder comer. Y la llamaron para que saliera de la cocina, se quita el delantal mojado y está húmeda, sudorosa y con los músculos tensos por el estrés del trabajo y la curiosidad. ¿Qué pasaba? Saludos, era una vecina con su hijo adolescente, comparten unas palabras y le preguntan a bocajarro qué carrera estaba estudiando. Elva toda ilusionada y orgullosa contesta: periodismo.</p><p>A lo que la madre mira a su polluelo y le dice: "Periodismo, ¿y ves dónde está?" Y se fue sin más explicaciones dejando a Elva clavada en el suelo y sin saber qué había pasado. La habían usado como mal ejemplo, la profesión que no hay que estudiar porque seremos nadie. Aspira a más ...</p><p>Maldita maldición de esa vecina - pensó Elva - pues nunca fue nadie en periodismo ni en nada parecido. La vida se puso en modo centrifugadora y no hubo manera de escalar ninguna pared. Ella imaginaba que seguía en formación. Que cualquier día su experiencia implosionaría pariendo un nuevo perfil profesional, un especialista en algo, aún sin determinar. Tenía fe en sí misma, y si entre medias aparecía algún gurú de turno lo escuchaba. Lo escuchaba intentando traducir las señales del éxito. Lo escuchaba hasta que sangre líquida fluía de sus oídos. Pues, si había aprendido algo con el tiempo es que si la sangre era espesa y coagulaba, era algo malo, muy malo. </p><p> </p>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-84597252345895971472020-08-03T21:02:00.002+02:002020-08-04T14:53:05.368+02:00Minirrelato: El Sueño de Elva (XI)<div class="separator"><div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img alt="Soñar con flotar en el aire significado según lo que sucede ..." height="146" src="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn%3AANd9GcQJ9kFKKY6Tuac95Jzj3dHBvAijnkfJu-iahg&usqp=CAU" width="220"></div></div><div style="text-align: justify;">El cuaderno se va llenando de nombres, de citas, de horas, de oraciones, de llantos, de enfados, de aplausos, de vítores, de máscarillas de colores, de gel hidroalcohólico de garrafón. Todo, todo estaba anotado en una bítácora de rayas rectas como la incertidumbre del futuro cercano. Ya saben, por eso de vivir el AHORA, que el mañana da ansiedad y el Diazepan recetado sale barato. Somos los dopados de pastillas y sudor de gimnasio. Somos los embadurnados de protector solar de 35 para pillar el moreno, que el blanco pandemia ya no está de moda. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Elva escribe en el bus, derecha en las avenidas, torcida en las curvas, y centrípeta en las rotondas. Se sentía la cronista de las pequeñas cosas, esas en las que nadie repara. Aún recuerda la cara de pánico, de cervatillo, de una usuaria del transporte público al acercarse a la barandilla para sujetarse y cómo salió corriendo hacia el fondo del autobús. Y ahora, nos sentamos bien apretaditos o se hacen fiestas en barcos o botellones en los barrios: "Con la mascarilla no pasa nada", es el nuevo mantra.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Antes todos a las 12:00 veíamos el parte del Presidente y sus Ministros y sus Representes y las ruedas de prensa interminables. Ella las veía en el móvil mientras caminaba por calles inauditamente vacías y silenciosas. Era el silencio del miedo, la ciudad no estaba dormida, estaba acurrucada. Hasta que pasaba por delante de un balcón con el super altavoz a todo volumen en la que la voz de una niña rezaba el rosario. O pasaban los coches de Protección Civil callejeando con el himno de España y recomendando que se quedaran en sus casas. A las ocho de la tarde, después de los aplausos, un vecino tocaba a corneta la canción de los legionarios "El novio de la muerte". </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">La realidad era surrealista, parecía una película sin director, pero con mil guionistas. Una superproducción, sí, pero nunca aparecieron Bruce Willis, Tom Cruise o Tom Hanks. La mente de Elva traducía ese evento como algo memorable, paradójicamente histórico y luctuoso. Vivido a través de la pantalla. Y la unidad de la rutina de los aplausos para los Médicos, Enfermeros, Sanitarios, Sociosanitarios, Limpieza, Transportistas, Reponedores, Cajeros, Farmacéuticos, Panaderos, Fruteros, Carniceros... Todos ellos en mayúsculas, porque en el cuaderno de Elva no podían escribirse en chiquito. Trabajar contra viento y marea es un deber y derecho. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Derechos soliviantados por un virus y gestionados en A o en B o "En conmigo no cuentes" con impunidad, convirtiendo a una gran parte de la población activa de un país en la Generación Suspendida...</div>Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-74266512697514128542020-04-13T22:21:00.002+02:002020-04-14T09:32:46.260+02:00Minirrelato: El sueño de Elva (X)<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: justify;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxK5nwaSqwtTOU7dospBxzx5t1Q_dP2IemtFVeGikBE_8asDSMaUwMkxweMfvWtQw3kJ3mEcIMFGe7iYjSS67BL4VTmnrTzYTKmZZYtQniwM6L2LBdYJs4dsBhv4q0lgblBQj_KF9hLBVn/s1600/ilGatopardo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="270" data-original-width="187" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxK5nwaSqwtTOU7dospBxzx5t1Q_dP2IemtFVeGikBE_8asDSMaUwMkxweMfvWtQw3kJ3mEcIMFGe7iYjSS67BL4VTmnrTzYTKmZZYtQniwM6L2LBdYJs4dsBhv4q0lgblBQj_KF9hLBVn/s200/ilGatopardo.jpg" width="138"></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.filmaffinity.com/es/film973364.html" target="_blank">El Gatopardo</a></td></tr>
</tbody></table>
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Elva hace mucho que no duerme, toma café para espabilarse y ansiolíticos con pan para detener las taquicardias y los temblores. Todo estaba fuera de lugar, un virus con corona ha llegado al planeta y lo ha puesto todo patas arriba. ¡Maravilloso!- pensaba, pero al rato empezaba a llorar por los vivos contagiados y por los fallecidos muertos en soledad. Todo le parecía una película, una profecía cumplida de Nostradamus, o una plaga más del Apocalípsis. A los conspiracionistas ni les hacía caso, quería datos, datos. Estadísticas que se sucedían y le daban tranquilidad o un síncope dependiendo del sentido de la curva.</div>
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No tenía tiempo para soñar, estaba montando guardia en su ventana, sabía qué vecinos se pasaban el confinamiento dándose paseos con la excusa de 'los olvidados', sabía qué enamorados quedaban para 'uno rápido', sabía qué vecina preparaba ensaladilla rusa para otra que se había puesto mala. Sabía qué chavales ayudaban a los mayores cargando agua o fruta. Sabía qué policía volvía de madrugada y se levantaba al alba para desinfectar el coche. Conocía a la panadera que encendía el horno a la misma hora. Conocía el código de las persianas - abiertas todo bien. Cerrada muchos días, tocar a ver qué pasa con esa persona y amiga, primeras propietarias del bloque.</div>
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Elva observaba a los abuelos, hijos y nietos. Observaba cómo algunos se volcaban en los cuidados y no tenían vida personal, mientras otros esgrimen el comentario de: "Cuidarlo, fue tu decisión". Y, ¿qué se contesta? ¿Qué se dice cuando lo de escurrir el bulto está normalizado? Elva se encendía, se indignaba. Llevaba todo el confinamiento enfadada con el mundo. Esta pandemia nos hará mejores personas, pero con el ligero mátiz de: "Será el que quiera, ¿no?". Elva rabiaba al recordar la frase del Gatopardismo: «Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie» de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Giuseppe_Tomasi_di_Lampedusa">Giuseppe Tomasi di Lampedusa</a> .</div>
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Todo está cambiando, pero que no siga igual, que se renueven las estructuras de pensamiento y de las instituciones, y los modelos insostenibles. Elva se lo repetía sin cesar: No volvamos a lo mismo, aprovechemos para mejorar - Esto último lo dijo en voz alta, como si alguien pudiera escucharla en su solitario piso de cuarentona invisible. Lo repitió como un mantra. Al hacerlo se le normalizó la respiración, el corazón ya latía acompasado, los temblores de la ansiedad, el miedo y la incertidumbre dejaron paso al pulso firme del cirujano apunto de operar. Muchas capacidades aún sin desarrollar y mucho por hacer, campo fértil convertido en almohada. Pues, la salud se esconde en los sueños y en despertar lúcida para continuar con su solitaria crónica hasta que todo acabe. Iría al gimnasio, se haría unas oposiciones.... Pero, si no es año nuevo con sus propósitos y deseos... Es una nueva oportunidad de caminar diferente, de reflexionar, de trascender.....Zzzzzzzzzzzz</div>
Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-59345253406290577832020-03-08T19:21:00.000+01:002020-03-08T19:21:20.714+01:00Minirrelato: El sueño de Elva (IX)<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG1SvJClo-NR7lkCz774kZK209lfrdYYkbXEKtH7O1fZj9ExRSAEbcRXsOp3tInohox1aNC12kF5wYi3Y-XcUd7o4khm1uEjiWAkCr88sEOLUQLRxtgreNVRfgbBnV6iJQDJK2N1VSVwjL/s1600/8marzo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG1SvJClo-NR7lkCz774kZK209lfrdYYkbXEKtH7O1fZj9ExRSAEbcRXsOp3tInohox1aNC12kF5wYi3Y-XcUd7o4khm1uEjiWAkCr88sEOLUQLRxtgreNVRfgbBnV6iJQDJK2N1VSVwjL/s200/8marzo.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">8 de marzo</td></tr>
</tbody></table>
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Ella Fitzgerald sueña cantando que canta en el cuarto de Elva, canta por aquellas que no superaron el miedo y las barreras entre sus sueños y la realidad. Las buenas malas normas para ser mujer buena y obediente. Mujer que debía vivir con el aparentar, porque el ser no importaba. Eras la hija de..., la esposa de..., la mujer de..., la amante de ... Pero no eras.</div>
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Bravo por las que cantaron, bailaron y estudiaron, mirando de frente a los hombres sin tener que usar las mal entendidas armas de mujer. Billie Holliday acompaña la cadena, se acuerda de aquellas que murieron sin vivir, las que sufrieron la confusión de la caricia y el bofetón. Se acuerda de aquellas que son mutiladas para que su sexualidad se más fea y desagradable, con la excusa de que es para su protección. Billie canta por aquellas que son obligadas a casarse cuando aún sueñan con unicornios con hombres viejos que nunca conocieron el respeto a la infancia y a la mujer.</div>
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Nina Simone se presenta y habla en nombre de las mujeres en territorio bélico usando la violación como arma de guerra, si destrozas a una mujer destrozas el futuro de esa nación. Canta Nina más alto y no te calles, sigue denunciando.</div>
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Sarah Vaughan afina mientras defiende al respeto a las decisiones que la mujer decida realizar sobre su cuerpo: más ropa, menos ropa, ir sola a los límites del universo sin temer ser asaltada, nunca se ofreció ni estaba en mal lugar.</div>
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Abby Lincoln habla del respeto y solidaridad entre mujeres, esa sororidad que junto al empoderamiento, están de moda y sonríe porque le han puesto purpurina a algo que ya se hacía en la sombra. Abby manda un beso que se confunde entre el humo del salón, se acuerda de las chamanas, de las yerberas, de las parteras, de las esteleras, de costureras, de las cocineras, de las maestras, de las cuidadoras, científicas, de todas las que bailaron de puntillas a medianoche para no molestar, a las que escribían es cuadernos ocultos, y a aquellas se disfrazaron de hombres para avanzar.</div>
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Pronto se unen The Cordettes, cantando para que te despiertes y te quites las legañas de arena, animándote a imaginar, proyectar y correr hacia lo que te hace crecer. Sin rencores, pero sin olvido. Hay mucho que sanar y corregir, hay mucho que autocurar y dejar de lamerse las heridas. Hermanas todas en la construcción de la imagen de la mujer que abrirán puertas y allanarán el camino de las nuevas generaciones. Mujeres que ya no parirán patriarcado, matriarcado, ni ofrecerán al mercado modelos obsoletos y caducos. La palabra alma es más completa en su abstracción que mil etiquetas mal puestas. Ninguna virtud queda mal puesta, ningún adorno superficial la hará brillar más que sentirse realizada y en el camino que ella a elegido.</div>
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Elva las escucha a todas presentar su discurso con ritmo y empezó a cantar como ellas una letra que aún estaba por escribir pero que conocía perfectamente...</div>
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Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-40375611516725261112020-03-01T16:13:00.001+01:002020-03-01T17:00:50.826+01:00Minirrelato: El sueño de Elva (VIII)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRabbvBhdv-DV-DkE_yfUDuZ1bDEbgFAdc0XSIc6uBmHPHsxudo1RVj2D1aYlAxxhRE9HiUnzrlEVgpjakqmjRqsys9DwWuzXpQokiz15T-tAEOv4O8yAmrizmzVhgsAwZGZc3Xy2hGkqJ/s1600/vejez.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRabbvBhdv-DV-DkE_yfUDuZ1bDEbgFAdc0XSIc6uBmHPHsxudo1RVj2D1aYlAxxhRE9HiUnzrlEVgpjakqmjRqsys9DwWuzXpQokiz15T-tAEOv4O8yAmrizmzVhgsAwZGZc3Xy2hGkqJ/s200/vejez.jpg" width="200"></a></div>
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Había sido una semana dura, le afectaban mucho las historias de sus clientes, cada tarde se pesaba y duplicaba su tasa. Ya se había traído a alguien a casa de nuevo, levantó las manos hacia el techo respirando hondo. ¡Aquí no, por favor!- se dijo así misma exhalando un suspiro. Encendió la música, se puso a bailar para exorcizar las energías que traía pegadas al alma, el dolor que ellos exudan. </div>
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Por suerte, nunca había soñado con ellos, aún no habían saltado la barrera íntima del descanso, pero no podía olvidar sus historias: </div>
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Pepita que con su ictus en el lado derecho había aprendido a pintar mándalas con la izquierda y quiere volar antes de que venga el siguiente coágulo a cambiarle los planes.</div>
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Antonia, afectada del nervio óptico, vive ciega en actitud anteponiendo los miedos a sus capacidades, aunque esto no amarga ni oscurece su bello y generoso corazón. Aunque es una golondrina atrapada por las cortinas, siempre huyendo de la luz.</div>
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Rocío un mujerón de 1,70 cm. Una mujer bella, bastante entera y autosuficiente de 90 años que decide convivir con un hombre de 85 para cuidarse el uno al otro. Lo que no sabían es que a los pocos meses el Alzheimer sería el tercero en discordia robándoles toda la ilusión y desbarando su proyecto de vida. Haciendo que ni ella ni él se pudiesen echarse una mano.</div>
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Esperanza, consumida hasta los huesos y una demencia que la salva de su realidad encamada, habla en verso. Le pregunté si ella era poeta y me dijo que no sabía ni leer ni escribir, pero que le gustaban las letras: "Las palabras son como mariposas, yo las veo volar y les digo quédense con Esperanza a hacerle compañía y se sientan a mi lado".</div>
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Elva los mira proyectados en su cabeza, como si fueran los personajes de una película, podía ser ella, podían ser sus amigos o familiares. Ser cronista de su caminar hacia el lugar donde acaban todos los achaques, escuchar una y otra vez de manera sinfín: "Qué bello es llegar a viejo, pero qué fea es la vejez". </div>
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Ella intentaba hacerles reír, hacerles olvidar durante unos instantes su penar y recordarles que hay una clase de locura que les vendría bien, la de la inocencia del que le queda aún mucho por vivir...Y si mueren que vuelvan para contarlo. Ellos esbozan una sonrisa y la miran en silencio... Volvió a suspirar, y dijo en voz alta: Lo siento, hasta aquí llegamos, pero en mi cama no entráis. Hasta mañana.</div>
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Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-8395241658152850052020-02-23T20:41:00.002+01:002020-02-24T09:12:28.505+01:00Minirrelato: El sueño de Elva (VII)<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2PupaIMTamfenfCSrIBwoZd0bdYIVePfZY2IGWBzEPhpyhhzxfdX6cO01cBA2V660DlW_Wl8_xHOPpyIukf3Ydl6HH2MdRp1Bnwim3u8ZtNbvoOpYFR_g-9qs0YIiJ01YjX2pvo7dftY4/s1600/unamuno_miguel_2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="420" height="171" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2PupaIMTamfenfCSrIBwoZd0bdYIVePfZY2IGWBzEPhpyhhzxfdX6cO01cBA2V660DlW_Wl8_xHOPpyIukf3Ydl6HH2MdRp1Bnwim3u8ZtNbvoOpYFR_g-9qs0YIiJ01YjX2pvo7dftY4/s200/unamuno_miguel_2.jpg" width="200"></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.biografiasyvidas.com/biografia/u/unamuno.htm" target="_blank">Miguel de Unamuno</a></td></tr>
</tbody></table>
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Elva desde la cama mira sus cuadernos apilados en la mesilla de noche llenos de pensamientos y reflexiones. Recuerda aquella película en la que Unamuno es increpado por haber cambiado mucho, y ruidosamente, de ideologías y pensamiento a lo largo de los años. Vida llena de contradicciones y logros, ejemplifica que para ser un hombre preclaro, para la mayoría, liderar es poco y no se olvidan fácilmente los errores. Ser un vanguardista lleva implícito el error y la valentía del sujeto- pensaba para sí misma.</div>
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Los cuadernos de Elva no tenían nada 'de grande' con mayúsculas, tan solo apuntaba el exceso de verborrea interna y que podía resultar cansina para el 'oídor'. Un día se dijo así misma que intentaría ser más sagaz y anecdotizar sus páginas por si la encontraban muerta alguna mañana, quien leyera esos diarios quizás encontrase algo útil....Ya estaba otra vez pensando en la imagen que quedaría de ella cuando no existiera...Aquí sonrío con un suspiro.</div>
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Escribir es soñar despierta. Recordó cuando una clienta le dijo una vez, a modo de pulla, que era "una soñadora" no se ofendió. Realmente era una persona más influenciada por el cine, tatuada por las miles de horas de televisión grabadas en la memoria de su retina, y que cuando se levanta con prisa no consigue recordar lo que soñó. Harto de veces ha llorado por esa vida onírica que valora más que la existencia física. Ahora vivimos en pantalla a tiempo real, la que recreamos con los móviles para reconstruir la vida dentro de la vida. Guionizamos, grabamos y editamos nuestro diario caminar para que se parezcan a nuestras películas favoritas.</div>
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¿Que somos absurdos? Sí, pero calmamos la ansiedad de la existencia misma... Elva, mira al techo, el reloj avanza hacia la madrugada. A ella le gusta soñar, vivir soñando, pero aunque lo pusiera en gerundio no sabía cuál sería el siguiente. Juego de afirmaciones e interrogantes que dejan pasar el sopor y el velo de inconsciencia, ambos consiguen que relajase el cuerpo para entrar en esa otra muerte que es dormir... Y de repente lo vio, allí estaba él esperándola en una terraza para tomar un café y reanudar su conversación de la noche anterior...</div>
Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-23131414322501006312020-02-16T21:10:00.001+01:002020-02-16T21:15:39.539+01:00Minirrelato: El carnicero<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7u16hqZEYz2BLhRZl6oj2LPsCLHPYo92jgI28Sxf9KSPr0ObvXcSOukxESR7Eg6qYQ1JnG7bSUt21C1baexSf-yxCM1pzP7kSS4A9Kd0laXHZJYMQnAThV5AUGOkndD37LLT2WMNc5V4S/s1600/roxane.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7u16hqZEYz2BLhRZl6oj2LPsCLHPYo92jgI28Sxf9KSPr0ObvXcSOukxESR7Eg6qYQ1JnG7bSUt21C1baexSf-yxCM1pzP7kSS4A9Kd0laXHZJYMQnAThV5AUGOkndD37LLT2WMNc5V4S/s1600/roxane.jpg" /></a><br />
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Allí estaba Roxanne en la sección de frutería cogiendo lo necesario para la semana. Era su propósito para la nueva década: comer sano, caminar más y lo del gimnasio todavía estaba en negociaciones. Ya iba más a la peluquería y se pintaba las uñas de colores atrevidos. Aún se salía por fuera, por la falta de práctica, pero no se agobiaba, fregando los platos se quedaban niqueladas. </div>
<br />
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Pequeños trucos de solterona pobretona pero con mucha moral y fe en que el empoderamiento venía en camino. Lo notaba, más vale tarde que nunca - Se repetía a menudo frente al espejo. Aunque no le quedaba muy claro si la autoestima venía primero y el empoderamiento después, pero da igual, el azul eléctrico de sus uñas le daba subidón. Seguro que el camino es por ahí - se decía a cada rato cuando su cuerpo reaccionaba positivamente ante una duda o entuerto.</div>
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Esa mañana concentrada en los calabacines y las peras conferencia se sintió observada, el único varón del super en aquel momento era el carnicero, y podía escucharlo pavonearse con su nutrido público de mujeres que coqueteaban y se retaban en ser más pícaras que él. </div>
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Carnicero: Llévese estas lagrimitas de pollo que las preparamos mi mujer y yo, porque de tan mal que lo hice se puso a llorar de la pena.</div>
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Coro de mujeres (invisibles para Roxanne desde su ángulo, pero perfectamente audibles): Mira a ver hombre que si tan mal lo hiciste no nos las llevamos, que nos caen mal. (Risas)</div>
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Carnicero: (Suspira) Ay lo que yo haría con una mujer esta noche...</div>
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Coro de picaronas: Ayyy muchas cosas, ¿verdad mozuelo?</div>
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Carnicero: Pues, mire usted, ver una serie de Netflix, y después...</div>
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Coro de picaronas: Después lo que no hiciste primero, ¿no?</div>
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Carnicero: Pues, ver otra serie de Netflix... (Risas)</div>
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<br /></div>
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Roxanne, pasó del coqueteo en plural y se centró en su lista de la compra. De repente, es abordada por el carnicero que se le planta delante y le dice que hay unas fresas buenísimas a buen precio, justo en el pasillo central. Ella patidifusa, contestaba en monosílabos y algo de que el kilo estaba a 5,99€, cosa que hizo que se le cortara a él un poco el rollo y le insistió en las fresas.</div>
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Semejante abordaje inesperado volvió a Roxanne un pato mareado, ya no tenía lista, solo la urgente necesidad de comprar fresas. Se dejó caer descuidadamente por el pasillo central y allí estaban, fresas empaquetadas en forma de corazón. Compró dos paquetes suspirando, corrió a casa y se las comió con fruición, eran la fresas más dulces que nunca había probado, quiso más.</div>
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<br /></div>
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Se levantó al día siguiente con la intención de volver, quería sus besos de fresa. Pero al llegar al supermercado, algo había cambiado, era el día libre del carnicero y se vendieron todas las fresas, hasta las caras. Roxanne miró el lugar vacío donde estuvo el stand lleno de corazones. Suspiró y se sintió una más...</div>
Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-79563910901346961682020-02-16T18:59:00.000+01:002020-02-24T17:52:49.593+01:00Minirrelato: El sueño de Elva (VI)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVvhxQ-QAtFyVwhwVBYMkG-67st7ceJAnVsJ1kMYWP08woqvfp1INJBM4eM2TDdLJKnhsupbAm7HMXbqgMNfRasPJoiB3rpbSTb0OmZ5IzVw5p9yooW9jTkOdkAMzSQqkRXFqTLexJ6iW6/s1600/balasplata.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="132" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVvhxQ-QAtFyVwhwVBYMkG-67st7ceJAnVsJ1kMYWP08woqvfp1INJBM4eM2TDdLJKnhsupbAm7HMXbqgMNfRasPJoiB3rpbSTb0OmZ5IzVw5p9yooW9jTkOdkAMzSQqkRXFqTLexJ6iW6/s200/balasplata.jpg" width="200"></a></div>
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Elva se remueve en la cama - Puedo veros - decía musitando entre sueños, los había visto, a él y a su hijo. A los dos los esquivó, o más bien la esquivaron a ella. Al verse ignorada por ambos, en el mismo día, en la misma hora, en diferentes contextos. Extrañamente, no se sintió ofendida. El suelo se afirmó y sintió que la calle ella suya, como en las películas antiguas del oeste. El Sheriff camina con las manos a los lados cubriendo las pistolas listas para desenfundar, y las piernas ligeramente abiertas al andar, como si los huevos fueran demasiado grandes para el embutido envoltorio que eran los pantalones. Identificado por su estrella de oro en el pecho, que le otorga el derecho y el poder, al par que le cubre el corazón de las balas de plata.</div>
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Ella miró sus piernas al andar, no podía verse así misma de otro modo, pero no se sintió culpable de esa reacción, cuando ves que dos lobos cambian de vereda o apartan la mirada, es que por fin han entendido que ése no era su territorio. No hay nada ni nadie al que domesticar, tan solo que cada quien siga su camino.</div>
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El viento arrastra las aulagas, pero no lleva impregnado el olor a sangre, la jornada está tranquila. Mientras mira el cielo despejado, la temperatura es espectacular. Un día propio para que los vivos, los muertos y los inventados caminen marcando la distancia terapéutica del que sabe que puede hacer daño. No se buscan problemas ni los quiere. El pulso del más fuerte por fin terminó. Elva rebusca en el poso de la taza por si otro final fuera posible. A veces a los sueños les puedes apretar las tuercas y hacer un giro de guion. Pero hasta los sueños más surrealistas te recomiendan que vueles con los pies en el suelo y sueñes con los ojos entreabiertos. Soñar no es autogañarse, eso es otra cosa. Elva suspiró y por primera vez se levantó antes de que sonara el despertador. Dirigió su vista a la mesita de noche y allí estaba puesta la bala de plata...</div>
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Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-85445793077798881892020-02-16T01:19:00.002+01:002020-02-16T01:26:14.090+01:00Minirrelato: El sueño de Elva (V)<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW76hJYfCRSvEQwE_yRBpBK_nINX5VOe5ceUOmOWJ-N7ybccX8B7_G5OYAcRqMXCwvATuQJMpHkYG6UWGYbOjK04TvvVD8t4qcUsIPv-baBl9vpTKrsFomddMY_H93fiF3KkT8cOiiG7ne/s1600/perlas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="170" data-original-width="296" height="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW76hJYfCRSvEQwE_yRBpBK_nINX5VOe5ceUOmOWJ-N7ybccX8B7_G5OYAcRqMXCwvATuQJMpHkYG6UWGYbOjK04TvvVD8t4qcUsIPv-baBl9vpTKrsFomddMY_H93fiF3KkT8cOiiG7ne/s320/perlas.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.bbc.com/mundo/vert-tra-37376362" target="_blank">Amas, pescadoras de perlas</a>. Tokio</td></tr>
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Elva remolonea en la cama, de fondo la lavadora centrifuga y Norah Jones canta a media voz. Se mira las uñas pintadas de azul eléctrico. Ha pasado el día disfrutando de un tiempo que lucha por agarrarse a los "ahoras"que rezan los gurús. De día sigue a muchos para adelantar las horas, de noche le sobran todos. Demasiada gente en su cama. Demasiados guías espirituales con pócimas mágicas de un solo uso. Solo quiere dormir, soñar y recordar lo soñado. Se le mezclan el pasado y el presente, pero se siente viva al recordar su vida onírica. Como si fuera una doble vida, sin testigos, sin críticos, sin censura, la que se permite ser. </div>
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Esa vida morféica de la que siempre renegó: "Dormir es una pérdida de tiempo" es ahora su refugio y su vida real. Canta Norah, pero no la distraigas, que tus lágrimas y las suyas se funden volviéndolas menos saladas. Elva mira el techo mientras rememora un documental sobre la vida de Alfonsina Storni que acababa de ver, y de cómo se funde la historia de su suicidio, su muerte voluntaria con la fantasía de la poesía de su pluma y las canciones de los románticos. No hace falta una muerte violenta para ser un no vivo- pensó suspirando, con pasarte la vida durmiendo y no tener recuerdo de lo soñado, es como vivir sin vivir porque el cerebro olvidó hacer la copia de seguridad.</div>
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Jones cambia de canción y Elva ya no la escucha, el dulce frío del abrazo de la almohada la reconforta, y siente como el efecto de los sedantes la sumen en la borrachera nocturna que le impide tirarse a la calle de madrugada y convertirse en esa mala mujer, a la que teme pero que añora. Esa que se lanza al fondo del mar a buscar perlas a pulmón libre...</div>
Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-62797492676456111612020-02-13T12:44:00.001+01:002020-02-13T12:44:16.515+01:00Minirrelato: Valentín<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG4_VR2AxBaaWk4xlUKiTANz6tIaorvXJTKwS4EvHgsp0_Kg7OqVta0Nfc_75bhmaiWiH4BNcpiytCO_jKeJrhIF6_mIDkS_9DdKJnKKbdq8-w_r_IuQsAt6TRH_q9Vtg4m4LFPETfKt1y/s1600/amorpropio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="167" data-original-width="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG4_VR2AxBaaWk4xlUKiTANz6tIaorvXJTKwS4EvHgsp0_Kg7OqVta0Nfc_75bhmaiWiH4BNcpiytCO_jKeJrhIF6_mIDkS_9DdKJnKKbdq8-w_r_IuQsAt6TRH_q9Vtg4m4LFPETfKt1y/s1600/amorpropio.jpg" /></a></div>
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Canciones dedicadas, pétalos de rosas hasta la cama, corazones de cartón, cenas afrodisíacas, repertorio de caricias que para tocarte el corazón te masajea el seno. Valentín se quitó el pañal y mostró los atributos del gran fecundador. Listo para llenar el jarrón de barro de la que le espera receptiva como una flor. Quita la etiqueta de la colonia de feromonas comprada al litro. Sueña, sueña con triunfar el 14 de febrero. Ese día en que solo se da amor envuelto en papel de gran almacén, Valentín se mira las manos, está orgulloso de ellas, herramientas bien calibradas. Se sabe rey, desnudo va a por ella, está de espaldas y susurra unas palabras... Qué bella eres Soledad. </div>
Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1634529869093698199.post-61397030654364657012020-02-12T21:33:00.000+01:002020-02-12T21:33:23.389+01:00Minirreflexión: Descubriendo la sororidad<br />
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVGZAAsEkgfWC3BeCFXbvXIAZcLnXGJSCEM7V_kzwEpI5D97DS8R7tj-wPzHGYHqubcPvX8Tg3JCN396qxYcYqbJ0bFrt5hrjPDNsGExPJcyggHp1OENzHxrvn5eXMRPpUcWrib_vBHYIH/s1600/Claudia+Ruiz.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="288" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVGZAAsEkgfWC3BeCFXbvXIAZcLnXGJSCEM7V_kzwEpI5D97DS8R7tj-wPzHGYHqubcPvX8Tg3JCN396qxYcYqbJ0bFrt5hrjPDNsGExPJcyggHp1OENzHxrvn5eXMRPpUcWrib_vBHYIH/s200/Claudia+Ruiz.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">@<a href="https://www.youtube.com/channel/UCwCj8nlMUE7zzfTdZ-b-8xQ" target="_blank">ClaudiaRuiz</a></td></tr>
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Queridas amigas: Tengo casi 43 años y creo que por primera vez estoy feliz de ser mujer. Se me enseñó que la mujer es débil, manipulable y manipuladora. La mujer no tiene palabra. La mujer es una bruja fea y hueca, una víbora que se vende al mejor postor. Entender que tu cuerpo cambia, sangra y se retuerce. Que salen los pechos sin pedir permiso y gritándole al mundo que eres fértil y vulnerable. Odié ser mujer, odié a todas las mujeres que eran grises y criticonas, odié a las mujeres que se creían perfectas como vestales y con la autoridad moral de hundir a otras mujeres. Nunca dan su mano, nunca dan las gracias. Odio a las que imitan las supuestas virtudes de los hombres y esconden su bigote con agua oxigenada. Odié, Odié, Odié tres veces. Y ahora, con casi 43 años veo a las mujeres como mis hermanas, espíritus de luz que iluminan mis soledades y curan mis heridas con la saliva de la amistad y la sororidad. Amo, amo, amo. Amo tres veces ser mujer y a mis mujeres. (No es un anuncio de compresas).</div>
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Esta reflexión tan íntima la inspiró Claudia Ruiz y su vídeo inspirador sobre: </div>
<a href="https://youtu.be/rXtnN5BayH4" target="_blank">CÓMO DISFRUTAR DE LA MENSTRUACIÓN Y CÓMO HACERLA MÁS ECOLÓGICA. CICLO MENSTRUAL || EPISODIO 5</a><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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Yeiza Sarmientohttp://www.blogger.com/profile/02762724590750826052noreply@blogger.com0