
Mi atención se centra en ellos hasta que la banalidad del hecho, situación o conversación sin sustancia hace que se disuelva como el humo. Algunos se sienten mortificados, molestos con el ojo-lente, otros se acomodan a su papel y como actores que son conscientes de la conexión con su público suben el tono de voz. Entonces el oyente es capaz de hacerse una composición de lugar, del hecho, la situación de esos desconocidos que se sienten cómodos con los 'voyeuristas' - 'mirones' en cristiano.
La observación me hace real. Tu mirada, tus ojos, tu escucha constatan mi existencia...¿Si no me ves no existo?