30 ago 2016

Experimentos: Tocando el piano con Ismael (II)


Ismael Serrano

Planeando un huida en el mar. Y yo afilando lunas, perdido en el hotel.  Buscándote en el espejo azul del baño y la ropa cansada en el armario. Guardando mi paz y mis retratos, durmiendo en el lado izquierdo. Maldiciendo la luz del primer sol. Regando los recuerdos, y retirando hojas secas en la cama. Soñándome contigo, preguntándome, ¿qué estarás haciendo ahora?


Como un candil brillando entre la nada. Tanto te esperé que nos expulsaron del paraíso. Te encontré por fin vagando entre las dunas del pasado. El temblor que trae la primera vez. Por fin te encontré, no digas nada, la noche aprendió de tus silencios y a descifrar nuestros cuerpos. Para tener miedo es tarde. Bendito azar es encontrarte. Yo no te busqué y apareciste abriendo una ventana.


La crisis ha llenado de dormidos las cunetas. Vencidos por los miedos y la luz de los mercados. Perdido. Cuando el trabajo te escupa, rodarás cuesta abajo, la marea habrá subido acorralándote en la cama. El horizonte, la llama y el futuro. entonces, dime que harás, despierta, te estaré esperando. Para cruzar el deshielo y responder a las preguntas que te hacen y te exigen para estar vivo. Para que navegantes extraviados en la noche encuentren el camino en la mañana. Nada está escrito para siempre. Despierta.... El invierno vendrá arañándote la espalda, verás el telediario como quien lee un telegrama. De dulce mansedumbre, y gótica ceguera, sangrando el futuro.

* Extractos de canciones de Ismael Serrano, él canta, mientras yo transcribo a la velocidad del verso. Es como tocar el piano reescribiendo las letras que salen de su voz. Ya no me conformo con escuchar, es como escribir en directo.

29 ago 2016

Fotorreflexiones: La mirada de un poeta desencantado


Alfred Stieglitz
La mirada de este niño, captada por la lente de la cámara de Stieglitz, es la mirada del ser al que ya no le sorprende nada. ¿Qué cuento le vas a contar? ¿Qué milonga le vas a soltar? ¿Acaso crees que le han robado la infancia? No, esa mirada reta al destino y a la vida. Ese cinturón hecho de cuerdas, esas manos en los bolsillos, ese pecho lampiño al aire. Y la mirada fría como el témpano de hielo. ¿Acaso crees que un abrazo calentará su alma? ¿Crees acaso, que te pide algo? No, no se pide, para no agradecer. El agradecimiento es la cuerda del ahorcado. Él puede con lo que le ponga la vida. La lucha la lleva revuelta en su pelo. Su boca asemeja el corte de un cuchillo biselado. Sabe sonreír, pero no te dedica ese privilegio. Pregúntale por Proust, por Nietzsche. No le importan porque no le llenan la barriga. ¿Quieres comprensión? No la busques en sus ojos. A la única a la que le da la mano es a la Soledad que lo cubre del frío o le consuela de los locos adultos que transformaron su mirada en el espejo del infierno. ¿Sientes pena por los niños icónicos? Ellos ignoran quién eres tú y la supuesta pena. ¿Quieres algo más? Quita el flash.

28 ago 2016

Minirreflexión: La poesía ha vuelto

Con los pies en el mar (YSH)
Ese estado de felicidad infinita. Estado de luz y sombras, plenas en su belleza. He venido aquí, a mi Meca particular. La escalera del Muelle Uno. Lugar pequeño e íntimo, puedes desnudarte que nadie te ve. Tan solo los gigantescos peces, los guardas y los cientos de cruceristas.

Al primer escalón le ha salido costra. Como la barba primera de un chaval. Los niños se tumban a mi lado gritando en otros idiomas que los peces casi se pueden tocar. Son peces expuestos, de exposición y reallity. Levanto la vista de la pantalla y veo el barco de la guardia civil atracado en frente.

Mil veces me recuerdo aquí sentada. No sé por qué siento que la energía fluye, me regenera. El sol del atardecer juega en el agua y se refleja.

Se escuchan las voces de los niños que maldicen a gritos, porque los cangrejos se esconden entre las grietas. Y porque su madre no les permite tirarse al agua a pescar con las manos. Las madres desconocidas, entre risas comentan que si se bañaran en esa agua portuaria habría que desinfectarlos con lavavajillas. Las madres ríen juntas, los niños curiosos preguntan por qué hablan sino se conocen, ¿ya eran amigas antes?

No, compartir unas risas entre adultos no siempre es vinculante. Mientras, los peces rabiosos pelean por el pan que lanzan. La poesía pone color sepia o blanco y negro a la realidad. Es el filtro que necesito para soportar una vida que se desenfoca por momentos.

A veces creo que entiendo a esos artistas que intoxicados de vida, buscan en el patíbulo la libertad. No siempre es necesario. Antes de llegar a eso hay buscar tu escalera hacia ninguna parte. Que el sol, la humedad, el agua que salpican los peces o las maldiciones infantiles te conecten con la realidad que puedas tolerar.

Lo entiendo, cuando has caminado por entre el jardín de las Delicias, has hablado con Zambrano, coqueteado con Umbral, respirado con Pavese... Mirar al resto de mortales sin brillo en sus ojos, sin fuego en el alma, hace que la brecha realidad-abstracción sea cada vez mas angosta y profunda. No se puede saltar.

Por eso los intensos, los sensibles, los artistas necesitamos lugares santos. El mío es esta escalera. Puente entre lo sagrado y lo profano. Es un secreto a voces. Escalera del Muelle Uno. Inmortalizada en una prosa ligera y reflexiva. Los niños al final se lanzan al agua... Uno grita que chocó contra los peces, salen chorreando y felices.

Y nosotros los poetas agradecemos en silencio el chapoteo y las gotas que han caído en la pantalla.



11 ago 2016

Minirreflexión: Hartos del instrumentalismo social y las telas de araña

Hartos de mediocridad, hartos de caretas y personajillos sin base ni fundamento, harta de estafadores que comen corazones y se quedan el trofeo de la cartera. Hartos de escritores que escriben y describen la nada, pero se creen semidioses con el don de la pluma y la soberbia infinita. Hartos de los egos duros  como piedras y cerrados como puertas blindadas. Harta de los contrastes maldad y destrucción versus creatividad y construcción.

Hartos de mirar a los ojos y ver una tupida cortina de terciopelo rojo, hartos de hablar con alguien y que sólo te de el carbón de su corazón, o te deje en las manos las heces que atesoraba en su interior. Regalos como esos deben ahorrarselos. Hartos de la globalidad estafadora, y los estafadores globales. Internet que un día te dio el don divino de la comunicación universal o el de la ubicuidad, te corta las alas y te dice a la cara: Eres tonto chaval.

Hartos de las puertas abiertas para amigos que no vienen, pero que aprovechan los desalmados. Cepos en la puerta y en el corazón de mucha gente. Leer el periódico y sus denuncias, leer los testimonios bíblicos de individuos que han jugado con el lado oscuro de la maldad. 

Hartos de pasar horas revolviendo en la basura y darte cuenta que los malos nos llevan la delantera, que los parches o los puentes que hay que reconstruir a veces son insuficientes. La globalidad transparente, las redes,  nos vuelve aún más vulnerables. Podemos o quizás ya lo somos,  pasto para pirañas. 

Dos días y dos noches nadando entre el fango, el alma sale triste y agotada. La información es necesaria pero hay que saber profundizar para que la apnea o las corrientes no te maten. Cuando sales del fondo, el mundo es jartáble. Hartos de la hartura. No nos vamos a amedrentar, esto es solo una reflexión, continuaremos con el trabajo serio.

9 ago 2016

Experimentos: Cantar sin respirar. Ismael Serrano, extractos.

Ismael Serrano, cantautor
Ismael Serrano coge el teléfono y llama de madrugada a aquella chica que conoció en el metro. Mientras acaricia las cuerdas de guitarra, llora por las palabras que no transformó en estrofas. Rasga la realidad con dedos de músico experto. Cierra el periódico en los bares, ya no regala crisantemos, aunque invoca a la lluvia a gritos con su nombre en la calle. Se regalan corazones para hombres de hojalata, vestidos de domingo. 

Ha aprendido que todo es  efímero, menos ese tweet de 120 caracteres entre las que se mezclan su retrato- Foto escondida entre la ropa interior de un enamorado que ve solares abandonados como verdes jardines, vestido de domingo.  Sigue lloviendo y se desviste en la tormenta. Ahora todo es verdad, el reloj está en el vientre del cocodrilo. Vestido de domingo... Un lunes. 

El amor te echa silicona en los cerrojos del salón, te quema la piel, te deja las alas llenas de agujetas. Siempre es septiembre, siesta de verano, verbenas de aldeas, reyes sin coronas, abrazos que incendian corazones en las playas del sur, y entre la arena estás tú. No olvides que los corazones no son reciclables, te aterran los álbumes de fotos, el espejo y el olor a gasolina. Teléfonos que arden con tu voz. Verte entre la multitud y el silencio.

Me levanto moribundo, desayuno con noticias asesinas, voy corriendo al metro. Y allí estaban tus ojos, esos ojos que, tal vez conocí en otra vida. Los conocí, marrones, quizás más oscuros. Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad. ¿Cuanto tiempo ha pasado desde nuestra primera mirada? Dame la mano que tengo miedo del futuro. Todavía me arrepiento de haberte alejado tan lejos de mi cuerpo, pero nunca es tarde para nacer de nuevo para amarte. Antes de que te bajes de este sucio vagón: Antes de rendirnos, fuimos eternos, ¿te acuerdas de mi?... Viejo y cansado vuelvo a mi asiento, ella no era la imagen de su recuerdo.

*Extractos a vuelapluma, notas de una plumilla transcribiendo la rima de las canciones de cantautores, poetas.

8 ago 2016

Minirreflexión: 39 leones y sumando, sin miedo

Myself
Ya van 39 agostos, 39 leones a los pies de mi cama. Yo no soplo vela. Años muy bien llevados, no me quejo de la carrera de Cronos. Soy lo suficientemente joven para seguir reinventándome, lo suficientemente ingenua para seguir soñando con que lo puedo alcanzar. Por su puesto, que me encuentro a veces con algún quebrantasueños, que rompen sin piedad, cualquier atisbo de sencilla imaginación, pero me da igual, porque la ilusión se cuela por otro lado como el cuerpo asalto de un ejército en misión de salvamento.

Sí, voy uniformada y armada con mi mejor sonrisa, con pico y pala. Por si hay que derribar barreras mentales añejas u  obstáculos nuevos, que siempre los hay. Lo sabéis, vasta que deis paso hacia delante, y el camino tiene escollos aprueba de bombas o de bromas. La risa, carcajada y el sentido del humor dinamitan cualquier intento de robarte la moral. Los planos de la reconstrucción están llenos de nuevas vías rápidas y diáfanas. En cuanto a antiguas creencias que se han mostrado obsoletas,  no hace falta guardar ni luto, ni reliquias para la posteridad de ningún edificio que ocupe más sitio de la cuenta.

Tengo mucho que reorganizar, la mochila de viaje va cargada con lo necesario para sobrevivir, lo necesario está en mi cabeza y en mi corazón. No hace falta más equipaje, vivir libre de estrazas y demás escoria,  para volar y alcanzar las grandes alturas que se nos prometen en los grandes libros. Vivir plena para aceptar la muerte tal y como viene. Esperarla con una taza de té y una sonrisa. 

Sentir que escribiste, dijiste, soñaste, acariciaste, trabajaste, te entregaste en cuerpo y alma a ese proyecto abstracto o físico. Tus hijos, sobrinos, hermanos, padres son actores de un cuadro interactivo del que te sientes orgulloso de formar parte. Presumir de los amigos que atesoré durante mi vida, aquellos que se sentaron a mi mesa para abrirme su corazón y sus proyectos. Soy feliz porque mi vista no está ciega a las pequeñas grandes cosas y las saboreo intensamente.

Rezo, como y amo. Como la película que me resultó sentimentaloide, pero aún así me sirve de recurso para explicar las pequeñas grandes cosas. El cine y el arte como herramienta de comunicación. Esa comunicación que practico de manera obsesiva y que no es apta para cualquiera. Me he acostumbrado a volar en el diálogo, antes caminaba durante el trayecto. Pero desde que dejé la jaula abierta que llevaba arrastrando en la oscuridad, la comunicación busca nuevas maneras de volverse completa, total, efectiva y capaz de hacer de tuneladora bajo del agua, bajo la tierra.

Muchas veces no encuentro quién aguante el duelo dialéctico en el que se convierten mis conversaciones. Se ha vuelto una necesidad comprobar la capacidad de viajar con la lógica y la abstracción basándome en el conocimiento. Puedes reflexionar, según tu realidad y aprender de ellas. Es genial disfrutar de una buena dialéctica-retórica-práctica, creativa, constructiva e investigadora. Mi propósito de este año es seguir profundizando esta faceta de mi carácter. No quiero engordar un ego descomunal, tan solo disfrutar del viaje que la filosofía, la palabra y su constructo, generan un buen debate ofrecen. Quiero un Café Gijón en Málaga, un Ateneo de artistas y pensadores, quiero encontrar a los filósofos. Que esta tierra de acogida en la que me formé se convierta en un icono cultural, que se fortalezca su tejido empresarial; y estirando el chicle un poco más, incluso crear industria. 

Sé que pido mucho como regalo de cumpleaños, pero esta noche es mágica y puedo pedir, puedo reafirmar mis compromisos personales y desear que Málaga brille como se lo merece, que no se vea vieja y ajada. Que no se vea como una antigua diva venida a menos, hiper maquillada y con pendientes de antiguo brillo con traje de sport. Esperpéntica imagen de una sociedad cosmopolita que le han hecho un cambio de imagen con prisa y sin tratar sus complejos de kilitos de más.

Este no es un cumpleaños de una casi cuarentona, es el cumpleaños holístico de una persona que ve la realidad con cristales llenos de filtros. Y que cada uno hace que la vida sea más interesante. Gracias

5 ago 2016

Minirreflexión: Tratado de perversiones. El veneno de Francisco Umbral (I)

Hotel California a todo volumen, para tapar pensamientos circulares, la distancia aumenta, pero el silencio también. Lectura ligera: Tratado de perversiones de Francisco Umbral. Es inaudito que no tengan libros de él en la biblioteca de mi barrio. Salí apesadumbrada, hombres autodidactas y de inteligencia brillante no tienen cabida en cualquier lugar. Prejuicios del pequeño burgués -como él diría.

Sigo con mi lectura y sobre como desgrana Umbral la metáfora de la naturaleza en el baile sexual y sus variantes, incluyendo atrezo.  Que no artilugios de sexshop que para él eran herramientas de ferretería, huérfanos de erotismo. Al que espere encontrarse con un informe del Kamasutra spanish, se dará de bruces. No es una españolada.

Umbral tenía mirada de sociólogo, psicólogo, periodista y escritor que todo lo lee y todo lo reflexiona, para él  no existen las perversiones y nos pone ejemplos de personajes de la literatura como Madame Bovary, o anécdotas como que Prust era un fetichista de las rodillas, fetichista de los huesos. Todos pasan por su pluma a ritmo frenético, Freud queda reducido a las perversiones de sus propias reflexiones.  Francisco entiende el psicoanálisis como la manera en que la culpa se desarrolla y sobredimensiona en el individuo. Hombres que envidian la feminidad de las mujeres, siendo más mujeres que ellas mismas. O viceversa. Estamos centrifugados en el Ying y el Yang, que no para de jugar, de girar.

Habla de la muñeca hinchable de la película de Trueba y como el trato exquisito de un dentista solitario metaforiza al plástico transformándola en la esposa perfecta. Cuidada, mimada. En otra escena la muñeca hinchable caen en manos de un grupo de obreros. La metáfora de plástico se convierte en la versión más dura de la violencia  grupal. Ultrajar y denigrar entre todos a una muñeca de plástico. 

La mujer objeto inanimado y víctima de la locura grupal. La mujer como herramienta de guerra, para dinamitar a la sociedad. Socavar su humanidad y dignidad. Umbral, hace un tratamiento de la mujer en la literatura, en la publicidad, en sus múltiples roles. Trata la imagen de la mujer como una rara gema llena de facetas que va puliendo a lo largo del libro.

Más, mucho más, apunta Umbral en sus notas. El orgasmo femenino vaginal y ortodoxo, símbolo del matrimonio perfecto al que todos aspiran y cuya memoria castra la relación en pareja. Umbral descuartiza el cuerpo humano y lo mira con ojos de artista, para él no existen las perversiones, lo repite hasta la saciedad. Es solo una mala copia de la naturaleza.

No puedo seguir, voy por la mitad del libro, pero de cada cinco líneas se puede sacar un titular de este ejemplar.  Texto, de lectura amena, rica en juegos de palabras y repeticiones. Poblado de lucidez, crudeza y brillante inteligencia. No puedes leerlo deprisa. Hay que saborear el estilo y el mensaje para que el veneno de Umbral circule por tus venas. Seguiré leyendo.... De fondo, Aerosmith grita Crazy, y no me extraña.


3 ago 2016

Minirrelato: Los posos de la libertad

La vida es un desierto llenos de caídos en las dunas. Unas veces están muertos, convertidos en pasto para los buitres. Otras encuentras jaimas que cobijan seres que ocultan su rostro bajo un turbante. No hay tela que esconda una mirada turbia y quemada por el sol. Una mirada que ve fantasmas dentro y fuera. Unas veces ofrecen ayuda a altos precios, otras la dan sin pedir nada a cambio.

Algunos son soldados que entregan su pasión y su alma en misión de guerra a salvar al resto de cuerpos calcinados al sol. Rebotan las balas en las manos, las hay a cientos, parece lluvia férrica polvórica o con tintes de dinamita. La piel quemada por el sol, tiene tatuada las instrucciones y los mapas de la misión.

Estos individuos son hijos del desierto que solo se esconden cuando suenan los silbidos de las balas en el aire. El estampido continuado no permite escuchar el susurro del viento. Hace tiempo que se quedó mudo al intentar sobreponerse a los obuses.

Los dueños de las jaimas, esconden mujeres de ojos brillantes como luciérnagas. Trafican con sus almas, pues sus cuerpos de arena se diluyeron en extraño montículo. Aún así, las manos deseosas de contacto, las manosean y buscan sus miradas. Ellas, las mujeres de arena, están atrapadas en la tradición, la educación y el miedo al arma que la apunta entre los ojos con puntería certera.

Fallecidos prosistas dicen que no existen las perversiones. Todo depende del grano de arena que utilice para mirar. Hay cientos. La vida es un desierto, lleno de hienas, buitres, serpientes, escorpiones. ¿A dónde me has traído?- dijo la chica nueva que estaba empezando a desmoronarse. Una de las mujeres invisibles le dijo: Estás donde ningún ser humano debería venir.

- ¿En quién confío? - dijo ella. ¿Y qué pasa con las promesas y los votos escritos en papel de pergamino?

-Las promesas se las lleva el viento, al igual que los rescoldos del papel lleno de deseos. Si estás aquí, ninguno era genuino.

- ¿Qué extraño y dónde quedó la intuición? ¿La tuviste?

- No he tenido tiempo de pensar, el viento, las circunstancias, el tiempo y la inocencia, me llevaron hasta una caravana y me dejé llevar.

- Insensata- dijo la voz que pertenecía a los brillantes ojos azules.

- ¿Y vosotras por qué no huís?

- Esperamos a los soldados, pero no llegan nunca. Mueren en el camino y esta jaima nunca se desmorona.

-Pero, ¿no tenéis cuerpo vuestra alma es libre ya?

- Estoy atada a mil cuerdas, emocionales, físicas e invisibles.

- Pero, ya puedes salir, no tienes piernas pero ya puedes volar.

- Sí, pero mis hijos de mil padres están aquí, me necesitan y yo a ellos. Yo ya no tengo pasado ni vida anterior. Cuando perdí mis raíces volé sin rumbo hasta que fui presa en la jaima. Ahora el infierno es mi casa. Pero tú no esperes a quedarte hueca. Mi taza está vacía y dentro no hay más que posos de mí misma.

Pero, fuera hay muertos, soldados que intentan defender los huesos de unos desconocidos. Podemos aprovechar el ruido y nos vamos juntas. Llévate a tus hijos. 

- No puedo, mis hijos son esos soldados que luchan por defender la libertad de los que no quieren ser liberados. Luchan para que la paz salga de las arenas movedizas, que se la tragan a marchas forzadas. Los soldados son los hijos de mil hombres que pasaron por la jaima. Luchan por tener identidad.

- Callada me dejas, pero si quieres estar aquí , ¿por qué sufres?, de tus ojos manan lágrimas sin parar.

- Su dolor es mi dolor. El resto del mundo continúa con sus rutinas y aquí en el desierto tan solo los alacranes nos preguntan qué hacemos antes de clavar su aguijón. Vivimos en un mundo en guerra, y las cadenas son visibles e invisibles.
Mis hijos son aguerridos pero están atrapados aquí, son hijos de la arena.

- ¿Pero aquí no hay nada que ganar ni que perder?, ¡Qué obstinación!

- Cariño, sal de aquí ya, cuenta lo que has visto, no lo escondas, pero sal antes que se vuelque tu taza y sólo quede el recuerdo distorsionado de ti misma. En el infierno se fraguan las espadas y se destruyen los cuerpos. Aquí las cenizas se mezclan con la arena.

- ¿He caído en una trampa?

- Solo si tú lo permites.


Minirrelato: Al estilo Ennio Morricone

Morricone Xilófono de entrada,  hace imaginar una bailarina, leve y ligera, pero pronto la banda sonora trae intriga al cuadro. El tutú se v...