Mitad de julio y la nubes oscuras dan una sombra inusual a la tierra, en Canarias lo llaman panza de burro. La panza de burro hace que se mezcle el calor de la tierra, con alguna brisa despistada y unas gotas de agua que por apreciadas también son molestas. Ya que cuando esa gota toca la piel sientes como agua sucia. Los cristales se empañan de barro y el suelo resbala lleno de grasa, quizá del combustible cuando se vuelve etéreo. Una sublimación sucia y áspera.
La gente no sabe si guarecerse o disfrutar de la lluvia guarrona. Siempre hay románticos que ponen sus pies descalzos en el suelo caliente y siente los vapores del agua al caer. Llaman la atención pero no bailan, sino corren. La lluvia limpia pasados, refresca presentes y te hace añorar un otoño lejano en el que la música retro a ritmo de saxofón hace mover los pies junto a la garganta de Billy Hollyday.
Cambuyoneo Las Palmas |
Lluvia de verano, que te hace ver con tristeza el pasado, y te revuelve el cambuyoneo de sonrisas y desaires, en la cola de caja. Comentarios insignificantes, desatan ansiedades y comportamientos torpones. Que se alejen, y que no regresen cuando he olvidado.
El odio se transforma en un planta trepadora que te asfixia como una corbata
Cambuyoneros La Laguna. |
"Dicen que tienes veneno en la piel - grita Radio Futura - aquí te espero en la barra del bar. Te crees que eres una bruja consumada y lo que dicen es que estás intoxicada. Estas hecha de plástico fino y quien te toca se queda con él".
La lluvia de julio, el agua tibia que moja el suelo caliente y evapora el líquido buscando un lavado de cara. Borrando los minutos poéticos o melancólicos y quedándose con el silencio de una imaginación turbulenta.
Me gusta ese paseo de atmósfera confusa, falta el aire pero hace fresco, hay humedad pero las gotas se evaporan. Quieren jugar contigo y tus recuerdos. La panza de burro y los cambuyoneros traen ecos de otras tierras llenos de artilugios que se venden a los barcos que han atracado en su muelle. Fantástico romper moldes y estructuras mentales. Y que la música atemporal complete el ritmo de las gotas ácidas. Mezclar pasado, presente y música es un ejercicio a veces caótico. Pero para Edith Piaf no hay fronteras. Hace de un día gris, una foto en blanco en blanco y negro, le añade una pátina rosa, " la vie en rose".
Ha quedado una entrada un poco caótica, pero creo que mi mente está igual que el día. Gris, ansioso, turbio y buscando referentes en el pasado. ¡Ha llegado el cambuyonero!
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