Leer, ver películas antiguas, reflexionar, escribir, socializarme... Son algunas de las actividades que he vuelto ha retomar. Es lo bueno de estar en paro, además de echar currículums hasta el infinito y más allá. Empapelando Málaga y sus alrededores con mi foto y mi actitud proactiva. ¡Algo saldrá, digo yo!
El otro día me tuve que reír porque íbamos un par de personas, una detrás de la otra haciendo el vía crucis, en algunas paradas coincidíamos. Me carcajeé porque los depositarios no daban abasto recogiendo papeles. Sí, hay que tomárselo con sentido del humor. ¡Y qué remedio! O eso, o agenciarse unos antidepresivos para que al positivar la arena del albero del INEM no te de una crisis de ansiedad. Pues, las ofertas que abundan son a media jornada y para menores de 35 años.
¡Vamos, que encima soy vieja! Así que para remediar la sensación de vacío emocional que deja el no tener ocupación laboral, y la inestabilidad económica de un bolsillo comatoso. Procuro, estar entretenida con esos hobbies que trabajando no me podía permitir por falta de tiempo. Ahora, tengo tiempo pero no trabajo. ¡Qué caprichosa es la vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario