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Ayer en la librería Las Luces se hablaron de espías y servicios secretos, y aunque se lanzó la pregunta al aire:¿Hay un espía entre nosotros? Nadie levantó la mano ni se identificó como tal. Todos se escudaron en el silencio, en la coartada del anonimato.
La figura del agente secreto no corresponde en absoluto con la imagen cinematográfica del "espía vestido de fontanero pinchando los teléfonos". Esta obra los presenta como personas relevantes con nombres y apellidos, perfectamente identificadas en esta investigación.
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Durante ese periodo, se refleja el interés de la URSS por el servicio secreto de nuestro país y las relaciones análogos como el Mossad o la CIA. Y como cada Presidente del Gobierno tuvo su hombre de confianza al frente del Servicio: San Martín con Carrero Blanco, Juan Valverde con Arias Navarro y Andrés Cassinello con Adolfo Suárez. Pero, sobre todo, se advierte que las actuaciones del CESID fueron claves para el proyecto de transición democrática en España.
Vicente Almenara advierte “El papel de los Servicios de Inteligencia, en el contexto histórico tan caótico como el que vivimos actualmente, es más necesario que antes”
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