A ti mujer que ya no ves
el cielo del color que es.
Tiempo hace que un tupido velo
se interpuso entre tú y el cielo.
Haciendo lo imposible
para no alimentar sus iras y sus celos,
bajas la mirada
tímida y asustada.
Esperando la siguiente bofetada.
No es eso, mujer,
con lo que tú soñabas.
El hombre al que amabas poquito a poco te mata.
Un día un insulto
al otro una patada.
Y tú mi niña,
tu boca sigue cerrada.
A ti mujer que ya no ves
el cielo del color que es.
Abre tu boca, olvida tus miedos
y grítale al cielo.
Poema finalista en concurso de Centro de Estudios Poéticos. 11/06/01
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