28 ago 2013

La sombrilla, reflexiones: ¿Qué te voy a contar que tú ya no sepas? Batiburrillo

#Minicuento: Érase que se era, en el país de las peras había una princesa que se comía las uñas y le cantaban los pies. Lo mismo se enamoraba de los vagabundos que de los elitistas cubiertos de hiel ... Así podía empezar un cuento cualquiera, ya sabemos todos que el amor es una adicción comparable a la toxicomanía. En la vida real,  la "heroína" de los cuentos se transforma en polvo blanco perseguido por la policía de narcóticos. ¿A que ya lo sabías?

#Minianédocta: En un lugar de 'Andaluzía', de cuyo nombre podría nombrar unos cuantos, he visto castillos sostenidos con puntales amarillos  y casuchas rebosantes de optimismo. La burbuja del ladrillo explotó en la cara de muchos que ahora miran con ojos aviesos y desconfiados al prójimo: ¿Tú también vienes a engañarme, a venderme humo?  Urbanizaciones enteras convertidas en cascarones vacíos, que te hacen pensar que estas en una zona asaltada, devastada por alguna guerra. Ladrillos sin encalar, sin enlucir, la hierba hasta la cintura. Casas convertidas en avisperos gigantes. Hasta aquí, todo 'casi normal', pero ¿acaso sabías que el servicio de limpieza municipal barre las calles de las urbanizaciones sin habitar? Desde luego, no se les veía muy estresados, pero allí estaban guardando el tipo, muy profesionales.

#Delaferia: Este año he visto la feria de ida y de vuelta en el recorrido del autobús, semioculta entre los  asientos, refugiándome de los cantos trasnochados proferidos por alientos alcohólicos elevados a la máxima potencia. A los merdellones... Los vi a todos, a los tradicionales vi a algunos. A los que deseábamos que el dios Baco se quitara de una vez el traje de lunares agradecidos estamos de su fin. Ainss, el bus ya solo huele a colonia por la mañana y a sudor por la noche. 

#Tengosueño. Blog off 


Minirrelato: Al estilo Ennio Morricone

Morricone Xilófono de entrada,  hace imaginar una bailarina, leve y ligera, pero pronto la banda sonora trae intriga al cuadro. El tutú se v...