12 abr 2017

Opinión: A tomar viento con Neruda

Mezcla explosiva para los sentidos, esos que están adormecidos con el opio del egocentrismo y demás drogas duras. Pero claro, no lo digas muy en alto que ese tipo de pecados quedan para el interín.

Ayer ví la película de Neruda (2016) del director Pablo Larraín. Sinceramente, creo que no me he mosqueado tanto leyendo a Bukowski, con su aliento a whisky, chaperos y botellas rotas, como lo hice ayer con la cinta. Mientras mi boca recitaba de memoria los versos, poco a poco, iba enmudeciendo:

FilmAffinity

PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". 
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.[...]

Vamos, que antes de terminar la estrofa, ya me había mosqueado profundamente. Grandes hombres con grandes vicios. Hombres de leyenda, con un ejército de aduladores, hombres y mujeres, de toda índole. Todos lo adoraban por una lengua cuya saliva era capaz de jugar a montar letras. Grandes hombres endiosados por mujeres que no dudaban en dejarse manosear por el poeta. El héroe en el papel, que huía de la justicia mientras los militantes se pudrían en los campos de concentración chilenos, bajo la atenta mirada de Pinochet.

¿Pero a quién subimos a los pedestales? Está claro que a sus líneas, mientras a su creador se le consiente todos los caprichos. Era senador y escritor. Todos veneraban su cabeza. ¿Pero y su vida llena de alcohol y prostíbulos? La distancia que da el tiempo exonera a estos truhanes. Tal vez, estaré resacada, pero me da vergüenza cuando descubro a quién tenemos que estudiar en los colegios. Trabajar sus versos, memorizarlos. La frase que dice que: "La obra trasciende al hombre", se queda muy corta. Ainssss, "Podré escribir los versos más tristes esta noche..."

24 mar 2017

Opinión: Síntomas del fin de una era: ¡Bomba va!

Sí, ya sé que no está el horno para farolillos. Y que los legos inundan la tierra. Este post será aburrido y soporífero. Lo advierto, que luego no quiero quejas. Voy pa'llá.

Que el mundo está dando los últimos coletazos de una adolescencia trabajosa, rebelde,  contestataria y pelín autodestructiva. Eso lo hemos sufrido todos, aunque no leamos el periódico o sigamos el thriller del telediario.  A los legos-entendidos no les hace falta escuchar los análisis de los expertos, que explican sobre los atentados perpetrados últimamente, se conforman con pensar en que son cuatro locos que se inmolan por dinero o una fe mal entendida. Los expertos nos instan a mirar más allá de las teorías conspiranoides, éste nuevo tipo de terrorismo es producto del fracaso de la integración.

Los hijos de los inmigrantes nacen con las raíces fuera. Con el sentimiento de desarraigo grabado en los genes, con el dolor del que no tiene tierra. La globalización ejerce una nueva aculturación. Un individuo sin tierra, ni memoria. Su vida espiritual se remonta ya a la nube ciberespacial de tanto buscar su hueco entre fronteras.  Hablan varios idiomas dentro y fuera de casa. Pero en su interior la soledad es muda, el odio no es tierra yerma. El odio también es una flor, aunque apesta, se refleja en la mirada.

Los especialistas vienen avisando que se necesitan expertos para entender a esos movimientos de población. Gente que no se pierda entre la morralla pseudopolítica o pseudoreligiosa que perpetúa el terrorismo como arma ideológica.

Hay intereses ocultos y oscuros, como diría Iker Jiménez, pero debemos ir a la raíz. Entre todos quizás limpiemos esos intereses destructivos.  Pero, ¿cómo se resuelven estos conflictos?  ¿Será necesaria una nueva dialéctica a caballo entre el cerebro y el corazón que derrumbe esos odios viscerales? ¿Cómo decirles que la tierra es de todos y es ésa misma tierra la que nos cubrirá de polvo? ¿Cómo decirles que la Tierra no necesita mártires,  ni inmolaciones, ni guerras interminables, ni hambrunas genocidas?

Si lo que falla es el arraigo, si lo que falla es la convivencia, si lo que falla es la retórica,  si lo que falla es la teórica.  Hay que dejar de mirar y tirarse a la piscina...¡Bomba vaaa!

19 mar 2017

Opinión: Síntomas del fin de una era. La fragoneta

"Fragoneeeeta, ya no me acuerdo donde aparqué la fragoneta" Letra Unamisma.  

Sí, aquí estoy a ver si me sale un jingle que me saque de pobre. Ya que no lo hace mi carrera, ni mis títulos, ni mi currículum. Voy con el uniforme de camuflaje a todas partes. Discuto con mis clientes de que la tarifa de precios es justa para no morirme de hambre. Porque lo de trabajar por la voluntad, mire usted, lo llevo fatal.

El tema económico lo llevo tan mal que hasta me he peleado con un amigo porque dice que no va a buscar pareja hasta que no haya mejoría económica. Hasta que no haya estabilidad- dice. ¿Estabilidad? Pero, si mi psicóloga me ha tenido que explicar dos o tres veces que eso ya no existe. Como los reyes magos, Winny de Pooh, o que la princesa se pondrá morena a la sombra.

¡Madre de Dios! Por si fuera poco,  hoy me ha dado por llamar a la mía a Canarias quejándome de que yo pensaba que la crisis se acababa este año, estamos en marzo y las oportunidades siguen anoréxicas. Se pone apocalíptica y me suelta: "¡Ay Yeiza, esto no ha hecho más que empezar!". Vamos que entre mi madre, mi amigo y los números rojos de la cuenta sufro horrores. 

Sé que estos sentimientos son universales, a todos nos duele el corazón que tenemos en el bolsillo y al otro corazón lo tenemos harto de acupuntura, para que se queje bajito, que en este momento hablar de amoríos no pega. Ahora toca vestirse de luto por los dineros que tuvimos y que no vamos a volver a ganar, llorar como plañideras por no poder elegir entre varias opciones laborales, porque ya no hay ninguna. Estoy triste y apesadumbrada, esta vez la culpa no es de Bukowski.

No busco novio, ni marido. Busco un coach que me ayude a remontar y que no se acomode, que no es plan de que haya que mantenerlo ahora también. Mis amigas, cuarentonas o más, me advierten y aconsejan: "Los hombres ya no son como los de antes, ahora hay que mantenerlos". ¡Válgame Dios! ¿Que el nuevo hombre del siglo XXI, ha ganado metrosexualidad y ha perdido réditos (entiéndase huevos)? ¿Y la mujer posmodernista ha ganado en laca que no apelmaza y títulos, pero se ha quedado con la idea de que alguien tiene que ser mantenido para que el sistema funcione? 

Sí, está claro que se acerca el fin del mundo, pero un mundo bizarro, baturro y embrutecido. La pena es que harán falta varias generaciones para que veamos que los activos creativos son más que... "Ah, sí, que no tengo fragoneta".


17 mar 2017

Opinión: Como canta Sabina

Trabajo en pijama blanco, nada sexy porque me queda varias tallas grande. Lo bueno de ir uniformada es que eres más visible al conductor del bus. Y en las carreras detrás suya, ya tengo preferencia. Código de colores, respeto al disfraz uniformado. No sé, pero me espera.

En muchas conversaciones entre mujeres, ver a un varón uniformado es sinónimo de miradas furtivas disimulando, o no, ardientes y lascivos comentarios, hasta con el marido delante. Y el otro callado, resignado por el tópico. Ya que a él le sobraba el uniforme en las féminas. Comentario que guardó para sus adentros, pues como canta Sabina: "Si me preguntas por la vida. Lo niego todo. Aquellos polvos y estos lodos."

15 mar 2017

Minirrelato: Para esos muertos

Cuando caminas por el jardín de los muertos y respiras su aroma diverso y lleno de matices. No puedes más que admirar la belleza de lo efímero y aplaudir sus esfuerzos por caminar entre los vivos sin que se note que están muertos. Si en tu camino encuentras a alguno perdido, dale la mano y condúcele al desierto, pues el lugar de los muertos no es el cementerio. El polvo busca el polvo en aquellos lodos. Ellos son nómadas eternos en busca de una piel que los habite, un sol que los queme y una arena, que como notario, tome acta de sus efímeras huellas. Ahí van en procesión los muertos cargados de corbatas o discursos engomados. Buscan el oasis que los refugie, la matriz-tumba que los haga revivir. Tú oyente no seas sujeto paciente y tradúcele al muerto las indicaciones para que sus huesos descansen, o dejen de ser muertos sin objeto ni propósito. Pues, la muerte es libertad, y la libertad sueño.

3 feb 2017

Minirrelato: El almendro en flor. La promesa.

Quinta de los Molinos
Allí estaba ella, susurrándole al oído consejos o poemas, dependiendo del momento. Se sabía una mujer bella, inteligente, con ganas de superarse y aprender. Cuando encontró una oreja con camino directo al corazón supo que tenía que quedarse. Llegó el momento de transformar la unidad en pluralidad. Se sentía entusiasmada. Notaba como las raíces de sus pies se clavaban en la tierra, las flores que llevaba enganchadas al pelo empezaron a abrirse. La bella se convirtió en almendro. No estaba enterrada debajo. Era un árbol completo.

Los pájaros gustaban de posarse a conversar y cantar entre sus ramas. ¿Dónde está tu amado? - Le preguntaban a veces. Ella sonreía y decía: Está dentro de mí. Dejé la mesa puesta y cuando buscó el descanso del guerrero, colgó la armadura y se sentó a comer. 

- ¡Qué amor más raro!- repetían los pájaros que tenían a su pareja al lado. Ella sonreía de nuevo. Mi amor es espiritual, sin barreras de tiempo, lugar o cuerpos caducos. No tiene arrugas y nuestra descendencia estará al servicio de un bien mayor.

- ¿Un bien mayor? ¡Pero, si te has convertido en un almendro! - jaleaban las aves. 
- Sí - rebatió sin perder la sonrisa- La almendra es la leche de la tierra. Ante esa respuesta los pájaros dejaron de preguntar y siguieron cantando.

19 ene 2017

Minirrelato: Cadena de cuentos macabros

Madame Macabre
#Cuento1: Cuando ruge el león, tiemblan las hienas. Cuando abre sus fauces no se sabe si es de rabia o de dolor. Si el rey llora, la selva se inunda. ¿Qué hace el rey cuando el cielo se torna gris y sus viejos huesos se quiebran en cada paso? ¿Qué hace el felino si sus ojos ya no ven? ¿si confunden la presa con el amigo? Entonces el león sabe que es hora de irse y desaparecer. Marcharse allí donde mueren los elefantes. Los huesos se confunden con otros huesos y no hay abolengo. Un león sabe cuando es hora de marcharse.

#Cuento2: Cuando llega el invierno, la muerte se recrea en la naturaleza creando belleza en la destrucción misma. Muchos temen ese estado que sobreviene sin previo aviso, aunque se hagan estimaciones. Al luto le puedes poner el color que quieras, es tan subjetivo como la manera en que lo vives. No ha muerto nadie y se siente la muerte a la vera, el espíritu se resquebraja de forma invisible, pero perceptible para las almas sensibles. Cuando ves que has iniciado el proceso de demolición controlada, solo puedes esperar que los cimientos correspondan con los planos, para saber dónde estaban los muros de carga y reciclar la construcción. Este proceso nunca se acaba, morimos cada noche y nacemos cada día, cada mañana estamos más muertos que la pasada. Este proceso es inversamente proporcional a la luz que pueden soportar tus ojos. Morir no es fácil, aunque lo parezca, vivir muriendo y morir viviendo, hacer obras mientras te cae el chambao encima, es complicado. Dicen que cuando relatas un hecho es conocimiento, si lo vives es sabiduría. No lo sé, ya no duele nada al atardecer, solo hace frío. Que lo definan otros...


18 ene 2017

Minirrelato: Agitado pero no revuelto

"Agitado, pero no revuelto"
James Bond
(Sean Connery)
Hablar de lo divino y lo mundano, mezclado, no revuelto, frío y con dos aceitunas, es duro. Ponerte delante de alguien y empezar a disertar sin saber si te va a entender, si te va a traducir correctamente. Lo miras a las pupilas y finges ver a través de ellas. Presumes de tenerlo todo controlado. Respiras hondo, abres la boca y sacas las mejores armas que la dialéctica te pueda ofrecer. Entiéndase, morralla, pues de aquello que presumimos los humanos, de una buena lengua. Casi es mejor que la amarre, y utilice ese músculo para mejores lides...

Así empezaba su discurso ante una sala llena de gente que no conocía de nada, y a los que prefería no imaginar desnudos para no salir traumatizada. Tampoco quería imaginarlos sentados en el water mientras leen su tablet y discuten con el papel higiénico. Le habían dicho que para superar el miedo escénico tenía que tirarse a la piscina, que ella sabía cinco veces más de su tema que el público, y que si se equivocaba no se iba a notar. .

Esas perogrulladas que se le dicen a los novatos a ella le sudaban los innombrables. Sabía que eran lobos y escualos preparados para saltar a su cuello, en cuanto empezara a tartamudear o se le olvidara alguna fecha importante. Sabía que había correctores entre el público tomando nota para discutir en la rueda de preguntas. Podía olerlos, la adrenalina era una chivata. 

¿Pero eran ellos o ella? Sus manos mojaron el papel, se sabía el tema de memoria, había pasado horas leyendo, subrayando, consultando, soñaba con ese momento. De hecho se preguntó, ¿qué hago aquí? ¿estoy dormida, estaré desnuda y todos mirando? No quiso comprobarlo, pero tenía frío, aunque sus mejillas ardían como lava. ¡Cuantas contradicciones!

Mecánicamente empezó a hablar, no sabía lo que estaba diciendo, parecía que estaba en trance, quizá estaba revelando como los chamanes envueltos en humo opiáceo, o como una demente en un sanatorio. Tal vez, aquel público era producto de su imaginación perturbada. ¡Qué absurdo, la imaginación es una perturbación en sí misma!

... La magia del vocabulario radica en que nace desde un interlocutor que con su intención es capaz de enamorar, maldecir o matar a su oyente. He aquí que las imágenes que dibujamos con las sílabas, nos dan a todos la capacidad de comunicarnos de una manera creativa o destructiva. Hasta el silencio puede usarse como Katana para torturar espíritus ajenos. Curar o destruir, todos somos responsables de lo que sale de nuestra boca...

De repente, escuchó un ruido, alguien tosía entre el público. No, no estaba dormida...

Poesía: Bocados de carne cruda


Ayer lloré porque hace mucho que no como.
Se me caen los dientes de inanición.
No es porque no haya comida,
pero la que hay no es buena.
Está cruda,
llena de nervios
y tumores.
Carne envenenada por tratamientos absurdos
y materialistas.
Carne podrida del humo tóxico
de sus propias palabras y acciones.
Seres crudos que no caben en ninguna mesa.
Amigos de la carne corrupta 

y que no entienden que las brasas le darán el punto.
Carne cruda y escorbútica,

disimulada con malas verduras.
Carne cruda incapaz de quitar el hambre 

o que inspira volverse vegano.
Carne cruda como insulto, 

como acepción vejatoria. 
En la mesa de los grandes 
no entra cualquier carne.
Carne débil, 

sin sabor, 
sin salud.
Carne cruda, 

como la del amigo que no crece, 
aunque el fuego de la forja
o del hogar levante vuelo.
Carne insuficiente, 

insulsa y agotada.
Como carnívora me abstengo de seguir probando 

lomos y carrilladas sin nombre ni apellido.
No quiero carne cruda.

11 ene 2017

Minirrelato: El camino de los místicos

Valle
Había una vez un buscador obsesionado con la mística y el saber espiritual que rondaba siempre a los gurús para escucharlos y seguir subiendo. Pensaba que la meta estaba arriba, en la cima y ver desde la vista de Dios el mundo desde la alturas. Se sentía pequeño e insignificante a pesar de su gran acopio de conocimientos. 

Un día en su incesante caminar encontró a una mujer de edad indefinible cargando una mochila, pronto se encontró a su altura y la saludó. Estaba sorprendido de que alguien andase por aquellos senderos no dibujados en los mapas. Pronto empezaron a hablar y a ambos les extrañó que tuvieran inquietudes similares. Ambos hacían el camino hacia el pico de la montaña, eran escaladores que profundizaban en las grandes verdades escritas en el mundo invisible. Iban preparados para lo que hiciera falta, llenos de energía por ir acompañados en un tramo del camino. 

Pronto la mística dio paso a la prágmatica de las necesidades fisiológicas e hicieron una parada en medio de un valle, verde, hondo, lleno de arrugas y grietas. Mientras ella esperaba, se relajó mirando los accidentes del paisaje. Su mente se vació durante un instante y le vino a la cabeza una oración cantada y empezó  a recitar a media voz, acorde al silencio que se respiraba en aquel lugar. Él reconoció la lengua sagrada en la que ella cantaba, se sentó cerrando los ojos mientras la escuchaba. Después de un buen rato, ella terminó y dijo: 
- Ya no quiero subir a la montaña. 
- ¿Por qué?- Dijo él.
- Porque he vivido obsesionada por escalar picos, por ver, por saber, por callar mis inquietudes. Pero aquí y ahora, en este valle he encontrado la paz. 

Él la entendió y estuvo de acuerdo, durante unos instantes vieron y escucharon con los ojos del espíritu. Al volver a tierra, contrastaron visiones. Y se dieron por satisfechos volviendo sobre sus pasos, cada uno volvió a sus quehaceres con una perspectiva renovada... Quedaba mucho por hacer, pero a otro ritmo.

6 ene 2017

Minirrelato: Sueños de un estado en democracia.


Clip-Art vectorizado
Hacía tiempo que había perdido sus poderes, quizás por robo o descuido. La intuición no le avisaba de nada, la clarividencia se había vuelto oscura. Ya solo contaba con su oído, que la engañaba más de la cuenta, pues los mortales sabían cómo modular la voz para que fuese persuasiva y capaz de arrastrar a jóvenes soldados ilusionados a morir.

Hacía tiempo que la democracia ya lucía sus mejores galas, y a pesar de eso se había convertido en alguien digno de lástima. Nadie la escuchaba, nadie se escuchaba entre sí. Nadie buscaba el bien común, la mayoría era una cifra matemática manejable ante aquellos que enredaban los hilos. Seres con traje y corbata unos, o con coleta otros, jugaban con la retórica, los tiros de cámara y los problemas superficiales para llenar pantallas en 'prime time'.

Democracia se volvía invisible, sabía que había héroes anónimos que luchaban por dignificarla: héroes de facto o teóricos. Algunos la llamaban vieja, que el peplo le quedaba grande. Pero lo que no saben los ignorantes es que ella es una diosa meta y producto. Meta como algo superior a lo que aspirar, producto de prácticas basadas en la gestión libre de elementos tóxicos y el interés propio de una casta.

Hablar ante un micrófono como si quienes los ven sean borregos es un craso error, la democracia lo sabe. Ella sabe que la crisis no saldrá como una mancha rebelde, a ella se llegó por un cúmulo de prácticas deleznables perpetradas por gente sin conciencia social. Ella sabe que la siguiente era de políticos, no hablarán a menos que sea necesario, pues estarán ocupados en primera línea en cumplir lo que prometieron al jurar su cargo: Servir a la humanidad. Sueño romántico o próxima realidad. Ella lo tiene claro, está harta de pervertirse, de permitir que su cuerpo sea mancillado por la mano de los corruptos y vacíos de corazón.

Democracia se lava las heridas y se tumba para soñar, para dibujar e inspirar a aquellos que deseen de corazón administrar la riqueza y la pobreza  para convertirla en el estado de bienestar, que no necesite esclavos para ser realidad. Que no necesite multiplicar mundos empobrecidos y desgraciados, para que unos pocos montados en monedas, cabalguen sobre las cabezas de los desposeídos. Que no hagan falta muros ni legislaturas para separar aquello que es inseparable. No -  niega ella, no es un cuento de Navidad, es el deseo de quien calla y os está dejando hacer, aquella cuyo nombre ya no es sinónimo de nada en el imaginario colectivo.  

Ella agarra fuerte la almohada y llora por la aparición de pro-seres (hombres y mujeres) que levanten su bandera y hagan avanzar a una sociedad que ahora se entretiene en la queja perpetua y eterna, esperando milagros que solo dependen de sus propias manos. Duerme, sueña, llora...

 

2 ene 2017

Poesía: El banco (III)


Aquel verano acabó.
El eco de los besos
se diluyó en el tiempo.
Amaneció y nadie recordó
lo sucedido allí.
La noche se perfuma
con las flores coquetas,
embriagando hasta sus raíces
al que esté receptivo.
Se mezcla el olor a alcohol
con el sudor a feria.
¿Por qué quitas la mirada?
¡Y miras sin ver?
¿O viendo más lejos?
¿No ves la naturaleza salvaje,
lista para correr?
El banco-góndola-buque
se transforma en banco-nido.
Refugio de las almas sin alas.
El lecho de astillas del banco-nido
se transforma en astillas de banco- ataúd.
¿Muertos por no amar?
No, muertos por compartir el aliento
con seres agujeros negros.

Minirrelato: Cuentos de calendario

Julianne Moore. Calendario Pirelli 2017
Agendas, cuadernos y promesas. Este año va a ser mejor que el anterior, borraré las frases negativas de mi vocabulario, para que el Universo me encuentre antes. El año pasado aprendí todos los mantras, leí a todos los autores malditos y sin maldecir para que el alma 'distinga lo negro del blanco'- como cantaba Mercedes Sosa. Instrucción autodidacta para una mente inquieta y a la que todo le parece poco. Hablo con los vivos y los muertos, en el punto medio que es la abstracción, allí donde grandes y pequeños conectan para crecer. 

Agendas, cuadernos y promesas. Este año prometo no donar el corazón a lo loco, prometo ponerle cabeza al corazón y corazón a la cabeza. Para dejar de vivir en el extrarradio de la sensiblería o la lógica brutal. Prometo buscar la multipolaridad, ir más allá, hacia el infinito. Sola o acompañada. No pretendo que María Zambrano me espere, pero sería un detalle. No pretendo tomar café con Francisco Umbral, aunque sería 'multiadjetivalmente' prolija la fantasía. No pretendo que Alejandra Pizarnik duerma y sueñe con los ojos cerrados, no pretendo que Cesare Pavese vea a sus amantes camino de vuelta a casa, no pretendo que Bukowski deje de describir los infiernos etílicos. No pretendo que la lírica me aguante, no pretendo que la música me espere. Agradecida estoy a los nuevos trovadores que cada sombra en la oscuridad me recomendó de madrugada. Poetas que cantan en cursiva, amplían el oído, y la mente a través de sus 'quejíos'. 

Agendas, cuadernos y promesas. Este año no pondré fechas y plazos a la vida o la muerte, no anidaré expectativas rocambolescas sobre individuos fatuos y de obsolescencia programada. Me reiré de vuestros protocolos y vuestras cárceles de leyes inventadas. Ya porto mi propia jaula, no puedo con la vuestra también, tengo las manos ocupadas. Estoy fuera de los barrotes, pero suelo soñar que la paseo de madrugada, para recordarme que soy libre aunque haga duelo por las antiguas rejas. Síndrome de...  Colmada estoy, escriba universal.

Agendas, cuadernos y promesas.... Tic tac... Enero, febrero, marzo... Puedo prometer y prometo que...

Minirrelato: Al estilo Ennio Morricone

Morricone Xilófono de entrada,  hace imaginar una bailarina, leve y ligera, pero pronto la banda sonora trae intriga al cuadro. El tutú se v...