Nochevieja, son las once menos diez. El segundero avanza inexorable hacia delante mientras suena el teléfono con las primeras felicitaciones, las últimas de este año. El sonido de lo viejo y de lo nuevo se entrecruzan en el pasillo mirándose a los ojos. Uno cansado, agotado y exhausto, el otro exultante, misterioso y cargado de proyectos e ilusiones.
... Once menos cinco de la noche anciana y moribunda, la conversación del conductor de autobús que llegará a su casa a las doce menos cuarto, una vez que cierre y haga caja. Justo para lavarse las manos y tomar las uvas...
Yeiza 'la bloguera' escribiendo las últimas líneas de la noche, y del año, intentando transformar sensaciones, pensamientos, recuerdos, quizás el balance de un año en un post...
Durante un instante he creído tener un déjá vu, esto ya le he vivido antes. Sentada delante de la pantalla, escribiendo. En este momento me viene a la mente el discurso del Nobel Mario Vargas Llosa en el que contaba que a veces se le recriminaba que: "sólo valía para escribir". ¡Qué bonito! A mí también me encantaría que me regañaran de esa manera.
Por ahora me conformo, con plasmar pequeñas ideas en esta pizarra y agradecerte a tí que las leas. Sé que estás ahí, que buscas Reflejos Juegos de Espejos. Espero no defraudarte como lector/a y que sigas encontrando lo que te hace volver. Feliz 2011.
El próximo 26 de noviembre tendrá lugar la primera sesión del Laboratorio de Periodismo de la APM, iniciativa puesta en marcha por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) para reflexionar sobre el ejercicio del periodismo en el nuevo entorno tecnológico y empresarial.
En medio de un descrédito profesional creciente y una pérdida de la certidumbre de la función del periodismo como pilar de las sociedades democráticas, el periodista desarrolla hoy su misión de informar en un entorno completamente nuevo y cambiante, tanto en cuanto a los soportes tecnológicos de los medios de comunicación como en cuanto a unas condiciones laborales de precariedad en aumento, fruto de la falta de habilidad de los propietarios de los medios a la hora de adaptarse a las nuevas condiciones. Como consecuencia de todo ello, el desconcierto y la impotencia cunden actualmente en las filas de la profesión.
En medio de un descrédito profesional creciente y una pérdida de la certidumbre de la función del periodismo como pilar de las sociedades democráticas, el periodista desarrolla hoy su misión de informar en un entorno completamente nuevo y cambiante, tanto en cuanto a los soportes tecnológicos de los medios de comunicación como en cuanto a unas condiciones laborales de precariedad en aumento, fruto de la falta de habilidad de los propietarios de los medios a la hora de adaptarse a las nuevas condiciones. Como consecuencia de todo ello, el desconcierto y la impotencia cunden actualmente en las filas de la profesión.
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