31 jul 2016

Minirreflexiones: Avisperos, guerras y otros infiernos

Mientras la familia Obama dicta a sus escritores de discursos: de manera llana y cercana. Apoyando a que Hillary Clinton pueda alcanzar el poder.  Sí, en el escaparate estadounidense es lo natural para la próxima temporada, una mujer en cabeza. Si quieren ser coherentes con su imagen internacional, ya toca.

Antes de continuar, aviso a navegantes que mi opinión política es de andar por casa, no soy politóloga ni nada parecido. Aunque si la profesión de político no se hubiera especializado en el arte de la prestidigitación y el ilusionismo, embadurnado de hiel tras farragosos discursos. Es posible que me encontrara entre sus filas.

Estoy leyendo información sobre la guerra civil de Siria, una de tantas, está quizás bastante mediatizada ya que hasta los soldados se dejan fotografiar. Eso huele a campaña de imagen. Aunque en la guerra o en la ayuda humanitaria lucirse siempre viene bien a la causa. Sobre todo cuando los dos agentes salen del mismo país, la cura y la enfermedad.  En un mundo donde la caza del Pokemon Go se ha extendido y ocupa tanto espacio en los medios y redes sociales que han tenido que sacar normas de urbanidad ante tal prodigio tecnológico. Es normal que los soldados de cualquier ejército se expongan a la lente del fotógrafo. Que no se nos vaya la pinza jugando a hiperrealidades, cuando todos los países EEUU o la misma Europa trafica con armas para una guerra civil,  mientras ofrece ayuda humanitaria.  Hasta 'Er Pokemon flipa'.

Es mareante pensar, e incluso se entra en un bucle de caos al pensar que los mismos que mandan armas forman parte de la ayuda humanitaria. Por supuesto que en todas las casas cuecen habas y que donde unos ven la ocasión de ayudar, mientras otros ven la oportunidad de hacer negocios. Todas las guerras son feas, sacan lo peor del individuo, y quien era así ya no tiene que disimularlo. 

Pero, ¿cuándo nos pondremos de acuerdo para que las células cancerígenas que luchan por matar de cáncer a la humanidad queden reducidas a la nada? ¿Estamos esperando a que algún Pokemon nos dé los superpoderes que tanto venden las producciones americanas?

28 jul 2016

Minirrelato: Cartas de un presunto poeta

El jardín perfumado. Luis Antonio de Villena

Mi bella y hermosa hembra. Esa que endiosamos y maldecimos por cada centímetro de vuestra piel. Me volveré fetichista de tu bella rodilla como aquel Proust, pero esa rodilla será el icono del movimiento, de la fortaleza, del erotismo escondido en una articulación.

Maestros he tenido que han denostado vuestra manera de pensar, o han endiosado vuestras hechuras. Os hemos comparado con la Santa Madre  o con la primavera, vuestro pelo ha sido hierba verde o rubia en verano. Nosotros los poetas escribimos libros libando de vuestra indiferencia. Pues, si consumamos cualquier acto carnal, la poesía se transforma en taquigrafía. La huella está en vuestra piel.

Dice Francisco Umbral que los poetas que escribimos cuando estamos enamorados somos poetas dudosos, sospechosos. El poeta escribe todos los días.  Es cierto, ayer no sentía la sangre hervir y mi pluma escribía banalidades. Hoy que te conozco, las células de mi cuerpo se han convertido en celestinas y me dictan poemas y palabras endulzadas en  miel. Mi pluma destila tinta y ambrosía. ¿A acaso crees que correré contigo al tálamo para darle punto final a esta embriaguez?

No querida, aprovecharé para perderme en la bella abstracción de tus curvas al andar, viviré con la ansiedad insatisfecha, pero que es la madre de miles de líneas. A tí mujer mil veces endiosada, no vas a conseguir que este caballero caiga en tus efímeras redes.

¿Sabes que algunos sospechan que las odas a las mujeres ocultan odas a los hombres? Que sólo sois una parte del espejo, las perversiones de algunos escritores deconstruyendo a la 'fermosa fembra', transformándolos en hermosos varones. La feminidad y la masculinidad diluida en una rodilla, en los sinuosos andares de unas caderas. Trasmutación hombre-mujer, mujer-hombre. Te admiro o te envidio. Mujeres de grandes pechos y caderas prominentes. Recipiente sagrado de la maternidad que a nosotros se nos priva. Poeta de tus sus suspiros y de tus engendros. De esa energía que entregamos a vuestro ser para que nuestros hijos pueblen la tierra. Hoy no, me niego a escribir sonetos que honren tu rostro o tu sonrisa. Hoy no serás la mujer mimada, respetada siempre, pero la energía del cortejo me la reservo para las musas.

Querido ser, soy poeta enamorado, embriagado y mojado... de tinta azul. Un beso de verso en vuestros labios, es la promesa del poeta. Del presunto poeta.


26 jul 2016

Minirrelato: Diálogos con la Muerte

Soñando con la Parca
La noche ha llegado refrescando el ambiente. Edith Piaf añade un tono sepia a la estampa. Han tenido que pasar unas horas para que se le pasara la ansiedad que le hacía verlo todo negro. Había empezado varias cartas: una de suicidio y otra de bienvenida a la Muerte. Las dejó en el borrador. Horas después, se sintió mejor, empezó a respirar y notar la brisa.

Era una romántica trasnochada, enamorada del amor y de sus fantasías. Quería vivir lo que ella creía era un derecho universal. Formar una familia mientras ella crecía profesionalmente. Lo quería todo. Un trabajo que le permitiera conciliar la vida familiar sin sentir que era menos profesional por eso, ni menos madre por salir a buscarse la vida. Lo había escuchado muchas veces, cientos de mujeres lloraban porque trabajaban para que otros cuidaran lo que ellas había parido.

Ella lo había tenido todo y todo lo había perdido. Vivía siempre al límite de la exclusión social. A veces se preguntaba, para qué luchaba. No había familia, no había trabajo, se había enfermado de los nervios y ahora la felicidad se volvía esquiva como las fantasías que imaginaba. Pensamientos de tirar la toalla la rondaban más fielmente que cualquier enamorado eventual. La música que sonaba, la hacía recordar los consejos y recomendaciones de los amigos: Tienes que luchar por tí misma. 

Renegaba de todo, la soledad se había convertido en su amiga de juegos, pero le chupaba el aire como un vampiro. Un día se miró al espejo aturdida y vió a alguien a su espalda, le ponía una mano en el hombro pero no se sintió reconfortada. No sabía si asustarse o alegrarse ante aquel descubrimiento: ¿Era un ángel, un demonio, un familiar fallecido o la Muerte misma?

Por eso, esa tarde decidió escribir sus últimas líneas, aquellas que alguien encontraría. La carta del suicidio era de despedida, la de la Muerte de bienvenida. Cuando lo hubo terminado, sintió frío. ¿Tal vez la Muerte viene a saludarme? -- Pero no pasó nada, empezó a llorar desconsoladamente sin haberlo decidido. Todo era confuso, ¿se quería morir o no? ¿Quería luchar o no?

Sus deseos merecían una vida o no debería luchar por cosas tan banales. Sentía que era un animal más, como aquellos que la aconsejaban. Enfadada se miró al espejo y vio un rostro triste, ajado. Rompió el cristal con el puño, cortándose y sangrando con profusión. Empezó a escuchar voces, cada vez más fuerte. No quiso prestarles atención, la sangre lo manchaba todo. Miró al espejo y vio delante suya una cara oscura y descarnada. Sabía quién era, ella la Muerte. 

Sintió alivio al tenerla cara a cara. No se sobresaltó cuando ésta le habló:  -- Tienes el alma enferma de tristeza, te vengas conmigo o te quedes, no saborearás la paz en ningún lado. Cura esa mano y respeta el templo que se te ha dado. Si insistes vendrás conmigo pero te queda mucho que evolucionar. Cura tu espíritu, sana tu mente de pensamientos destructivos y trabaja para que obtengas lo que te mereces en esta vida y en la próxima. Llora que te apetezca, acaba con tu cuerpo físico, pero te vas a llevar el equipaje de la eterna tristeza. Déjalo ir, déjate llevar y ya vendré a buscarte cuando sea tu turno.

Se quedó aturdida, pero por una vez alguien le había hablado con sabiduría y no con frases llenas de tópicos. Encendió la luz, lavó su herida, arregló la habitación. Se duchó y salió a caminar a la calle. La madrugada hacía que las farolas parecieran oasis de luz y sombra. Al acercarse a una, se dio cuenta que la figura que la tenía agarrada del hombro era la Tristeza. Por ella estuvo acompañada en todo momento, hasta que la falta de aire la convirtió en Desesperación. Decidió dejarla agarrada a una farola y le dijo: Por favor, aférrate a la luz.

23 jul 2016

Minirrelato: Los redactores. Historia de una pluma

Tatuaje Pluma
Había desistido de explicar las cosas, había desistido de hablar otros idiomas. Había gritado, susurrado y desaparecido tras la cortina del silencio. A veces, aceptar las verdades fundamentales de la vida es, con humildad, el verdadero camino. Los humanos somos unos soñadores, y aunque creamos que la creatividad se vuelve realidad, en otros casos soñar despierto sale caro. -- Así pensaba Clara, cuando se ponía a filosofar en la soledad de su cuarto mientras escribía en su diario unas líneas a fecha de hoy.

Esos momentos de reflexión mental y escrita la liberaba de la tensión del día a día. Lo que no sabía es que algunas de esas reflexiones conformaban el pasado, escrito en el presente pero que influiría en su futuro a corto plazo. Tardó un tiempo en darse cuenta, ¡sería casualidad!- pensó a menudo. Cada día fue más consciente, si ella escribía sobre un tema, justo a la mañana siguiente el profesor en clase dedicaba unas palabras a eso. ¿Coincidencia?.

Por la tarde, se fue trabajar y al llegar cansada a casa ya no recordaba lo sucedido. Cogió su cuaderno de tapas negras y siguió escribiendo sobre algún que otra idea. Al amanecer continuaron las señales cuando encendió la radio. Escuchar a la gente hablar en el metro empezó a ser duro.  Decidió que ya no era  casualidad, empezó a tomar notas de las casualidades. 

Cada tic en su cuaderno aumentaba el nivel de miedo y responsabilidad. ¿Ella escribía la realidad, o la realidad la utilizaba a ella como canal para que tomara nota?- Sudaba y temblaba al mismo tiempo. Eran pequeños detalles, pero ¿si escribiera sobre el hambre en el mundo, las guerras, la pobreza desaparecerían? ¿Sería un don o estaba loca? - Sentía pánico al intentar comprobar si era capaz de esa proeza, propia de los comics o las películas americanas. Ellos son los héroes, ellos saben como escribir para que un solo hombre o un equipo de élite salve a la humanidad- dijo en voz alta sin darse cuenta. ¿Acaso su pluma insignificante tenía ese poder real o era una ficción de su mente perturbada?- Le sudaban las manos y se reía nerviosa ante sus elucubraciones tan peregrinas- ¿Por qué yo?

Clara estuvo unos días aturdida, ante tan grande responsabilidad. No sabía si era un don o una locura temporal. Ella no era ninguna santa como Santa Teresa de Jesús para escribir inspirada por las Alturas, ni un San Agustín. ¿Y si sólo soy una persona intuitiva con capacidad de escribir y lo estoy mezclando todo?

Ella siguió escribiendo, pero con un sentimiento de responsabilidad universal que la hacía estremecerse de pánico cada amanecer. Desde luego que pensó en dejar de escribir, pero no se sentía ella misma, tenía que seguir. Escribía y escribía hasta que con el tiempo las coincidencias fueron menos frecuentes. Ella sintió alivio con esa distancia. Respiró, pues no quería la responsabilidad de ser la redactora de la realidad, de la historia. Prefería ser una intérprete más. 

No quiso ningún poder. Si alguien la leía se sentía afortunada, si ella vaticinaba algo y la realidad le demostraba que su fiebre literaria la había hecho ver una realidad de forma convexa o más acrisolada de la cuenta, lo prefería. Estudió para escribir, pero sus profesores la regañaban por su exceso de adjetivos que  volvían el texto pura Literatura. Y aunque tenían razón académicamente: Las rosas son rojas y arrojan un perfume embriagador. Mientras que la basura echa un olor nauseabundo. ¿Qué le vamos a hacer?- pensó mientras guardaba la libreta negra y el bolígrafo azul en su bolso hippie de mercadillo, salió a la calle y fue feliz pensando que podía mimetizarse con su entorno, observar, escuchar y sentirse pluma.


20 jul 2016

Minirreflexiones: Lluvia de verano, gotas ácidas y panza de burro.

Mitad de julio y la nubes oscuras dan una sombra inusual a la tierra, en Canarias lo llaman panza de burro. La panza de burro hace que se mezcle el calor de la tierra, con alguna brisa despistada y unas gotas de agua que por apreciadas también son molestas. Ya que cuando esa gota toca la piel sientes como agua sucia. Los cristales se empañan de barro y el suelo resbala lleno de grasa, quizá del combustible cuando se vuelve etéreo. Una sublimación sucia y áspera. 

La gente no sabe si guarecerse o disfrutar de la lluvia guarrona. Siempre hay románticos que ponen sus pies descalzos en el suelo caliente y siente los vapores del agua al caer. Llaman la atención pero no bailan, sino corren. La lluvia limpia pasados, refresca presentes y te hace añorar un otoño lejano en el que la música retro a ritmo de saxofón hace mover los pies junto a la garganta de Billy Hollyday.

Cambuyoneo Las Palmas
Lluvia de verano, que te hace ver con tristeza el pasado, y te revuelve el cambuyoneo de sonrisas y desaires, en la cola de caja. Comentarios insignificantes, desatan ansiedades y comportamientos torpones. Que se alejen, y que no regresen cuando he olvidado. 

Amores culpables y sucios, como el fango de la lluvia ácida. Sube la cadencia hasta que el silencio abre la puerta  Nina Simone. Nuevo día, nueva vida. Sentirse bien. ¿Pero, Nina cómo eres feliz con la cara llena de barro? Yo bailo tras tus huellas. Aunque no puedo perdonar los pecados de otros. Quizás nunca se absuelvan los míos. Pero no puedo olvidar. El olvido es efímero, hasta la siguiente lluvia de verano, hasta el siguiente encontronazo en el supermercado. 

El odio se transforma en un planta trepadora que te asfixia como una corbata
Cambuyoneros La Laguna.
mal anudada. "Puedo perderme en los humores etílicos y dibujar corazones de tiza. Mis calles llevan hacia ti". La Guardia siempre tiene opciones para seguir.

"Dicen que tienes veneno en la piel - grita Radio Futura - aquí te espero en la barra del bar. Te crees que eres una bruja consumada y lo que dicen es que estás intoxicada. Estas hecha de plástico fino y quien te toca se queda con él".

La lluvia de julio, el agua tibia que moja el suelo caliente y evapora el líquido buscando un lavado de cara. Borrando los minutos poéticos o melancólicos y quedándose con el silencio de una imaginación turbulenta.

Me gusta ese paseo de atmósfera confusa, falta el aire pero hace fresco, hay humedad pero las gotas se evaporan. Quieren jugar contigo y tus recuerdos. La panza de burro y los cambuyoneros traen ecos de otras tierras llenos de artilugios que se venden  a los barcos que han atracado en su muelle. Fantástico romper moldes y estructuras mentales. Y que la música atemporal complete el ritmo de las gotas ácidas. Mezclar pasado, presente y música es un ejercicio a veces caótico. Pero para Edith Piaf no hay fronteras. Hace de un día gris, una foto en blanco en blanco y negro, le añade una pátina rosa, " la vie en rose". 

Ha quedado una entrada un poco caótica, pero creo que mi mente está igual que el día. Gris, ansioso, turbio y buscando referentes en el pasado. ¡Ha llegado el cambuyonero!


 

18 jul 2016

Minirreflexión: Gargantas, arena, haikus y propagandistas. Desvaríos del calor


Mujeres de arena. Copacabana
Fondo rosa, niños coreanos sonriendo. Haikus que se cuelgan en cuerdas para tender. Vecinas que se miran como espectadoras de unos muros que se actualizan con fotos de posados en terrazas y playas difuminadas. Poesía que se desliza por la cuerda de la guitarra como una showgirl vista mil veces, observada y solo atendida en la pose erótica que desata la imaginación.

Voces de mujeres subidas al escenario que se confunden con sus hermanas del desierto, o de las que viven en las atestadas favelas. Pieles multicolores susurrando saetas llenas de lágrimas, algunas al aire, otras ante un icono de madera bien vestido. Gargantas llenas de ecos, profundas. 

Haikus verdes, amarillos, de tres líneas y sabiduría infinita. La infinitud que
despierta la intuición, aquella que desprecia la ciencia porque no es tangible, etiquetable, o no ha pasado por todas las etapas de su sistema. Aunque disimulen con el falso respeto de las cejas enarcadas y los labios haciendo el mohín de los que se creen cultos. Profundidades y alturas que ellos suben  y bajan en ascensor porque la escalera es para los lunes y los aspirantes.

Bella garza baila en el río, tenía una pata dormida. Haiku, ¿poesía o perogrullada? Me decanto por la última, porque: La grulla ha abierto sus alas al sentirse aludida. No estoy contando, así que los puristas sufrirán al leerlo. Lo siento, soy artista de las que una vez aprendidas las fórmulas me olvido de las fórmulas.  

Haiku. Jose Blanco
Fondo azul, en la televisión dibujos animados revelan verdades homéricas, esotéricas e incluso proféticas. Doraemon hace tiempo cogió una cuerda y se descolgó de la pantalla, le dijo a la showgirl que dejara la barra, le dijo a la saetera y a todas aquellas gargantas que cantaban en las profundidades de los abismos,  que callaran. Y se unieran a él para construir el futuro desde del futuro. Ellas se rebelaron y se negaron a tener ningún líder, ya eran maduras para revolucionar ese futuro que no existe, porque no ha ocurrido.

De repente, sonó un  grito desde el desierto, la maiko olvidó su adiestramiento, tiró el abanico y derramó el té,  las girls transformaron el show . La barra como un mástil y su cuerpo la bandera. ¿La revolución de las mujeres, de los hombres, de los animales,  de los artistas? La revolución de los insignificantes, las revolución de las voces que graba la arena. Voces que no se conforman con los escalones de la poesía, pero no necesitan un arma para matar al diferente. Si la poesía fuera un arma, los cantantes serían mercenarios y los poetas estrategas. Los bailarines, soldados de vanguardia. Los pintores, grafiteros, escultores... Propagandistas de primer orden. ¿O sí quizás lo somos?... Desvaríos del calor.



Minirrelato: El número sagrado

Iba todo mal, había sido como un gran cataclismo, una explosión tras la que solo escuchaba un agudo pitido. Veía caras, veía sus bocas moverse y no articular palabra alguna. Caminaba sin rumbo por la ciudad, pero no podía parar. Tenía unos cascos puestos cuyo ritmo tras un rato de zumbido reconoció como música. Una rápida de Pitbull puesta en bucle, cañero, a paso ligero, marcial. Ritmo intermedio, Lisa Stanfield recorriendo el mundo con pies más lentos. Si quería caminar acompañada, Pablo Alborán. Y si quería desaparecer de la existencia, a paso pluma o paso de fantasma, Emilia con su Inmenso mundo. 

Pasaba más de ocho horas andando. Ellos eran los que marcaban el ritmo pero no el rumbo del movimiento, ése siempre ha sido el viento, comandante de los errantes. Pasaron así muchos días. No podía parar. Cuando tenía hambre, con sus dos euros de presupuesto por día, compraba frutos secos, o aprovechaba las ofertas de las franquicias alimentarias. Llevaba una botella de agua que rellenaba en las fuentes o en los baños públicos. Se miró al espejo y se vio guapa, vestida de militar, de cacería, verde caqui y los labios rojos. No le interesaba ninguna pieza, tan solo aquel camino sagrado a ninguna parte.

Empezó a sentirse aún más ansiosa, el deporte no traía consuelo a su cuerpo, decidió parar de andar y entró en algunas librerías de segunda mano. Cogió uno sin apenas mirarlo y notó una electricidad que le dio a entender que la estaba esperando. Tenía un mensaje oculto que solo ella sabría descifrar. Le costó cincuenta céntimos y salió de la tienda. Después de muchos días vagando, sintió
la necesidad de regresar a casa. Él bolígrafo no era suficiente, necesitaba más herramientas.

Corrió a su habitación y allí en la mesilla de noche cogió el otro libro que
necesitaba. El diccionario, desde siempre lo consultaba al azar y siempre salía la palabra exacta para el momento exacto. Con ambos libros empezó a hacer cábalas y cuentas nacidas del interior de su cabeza. Cogía palabras, y a cada letra le daba un número: a veces eran fechas; otras si salían dos cifras las reducía a una. No sabía por qué le interesaban esos números y esas letras. Porqué era urgente descifrar el nombre de alguien, la edad infinita que pudiera tener o cuándo iba a aparecer. (Amanecer= 8; Iluminación=10=9+1; 1+0=1). Llenó hojas con cuentas parecidas.

Cuando terminó sabía que estaba más cerca,y empezó a escuchar voces en la madrugada: "Síguele, él ha pasado por lo mismo que tú". Eran las cuatro, no eran horas de llamar, pero su mente estaba hiperactiva y pasada de cuentas. Marcó el teléfono y tras varios toques en el silencio de las ondas, imaginó el sonido rebotando en las paredes de una casa que no conocía. De repente, se arrepintió de haberlo hecho, qué la había llevado hasta ese punto. Durante unos instantes, su lógica tomó el mando, paró aquella carrera frenética. Vete a dormir -- se dijo así misma, y obedeció.


17 jul 2016

Minirrelato: Muñecas negras

Juguetes Curiosos
Era una muñeca oscura, gris, inspiraba temblores con sólo mirarla. Desde que se quedó encerrada en el taller de muñecas ninguna sombra parecía algo agradable. La muñeca estrafalaria se la regaló una prima gótica con gustos raros, a su parecer. Ya no era una niña para recibir juguetes, pero creyó que nunca tendría edad suficiente para regalos como aquellos. Estaba deseando que se fuera su prima para deshacerse del tétrico detalle.

Por fin, después de tres horas de charla sobre las aventuras de sus correrías góticas en los cementerios, que aún conservan lápidas en el suelo, pues los nichos no hacen el mismo servicio. No, las lápidas y sus inquilinos enterrados en tierra son más elegantes y tienen más porte que los nichos. Cuerpos ordenados como archivadores, alfabéticamente. Poco erotismo y respeto. Según sus particularísimas prácticas y como buena discípula de Tim Burton.

En fin, que en cuanto la prima se marchó, pensó en tirarla, pero por si acaso, guardó al bicho-juguete en el trastero ahogada entre cojines. Después,  salió a dar un paseo. Al llegar la noche vuelve a casa y encuentra una nota acusatoria: ¿Por qué lo hiciste? - Se quedó extrañada y no sabía si la había escrito su madre por irse sin decir a dónde iba. Después de unos minutos, no le dio más vueltas.

Tras una ducha un poco extraña, pues el gel de baño era negro, pastoso y frío. ¿Cuando ha comprado mamá este jabón tan raro?- Pensó, mientras se enjuagaba con asco. Salió de la ducha y cogió la toalla, pronto notó que una araña de patas largas se le subió en la mano. ¡Dios! ¿Qué pasa hoy?-- gritó. Matando con repugnancia al dichoso bicho.

Se puso el pijama inquieta, ya no tenía ganas de cenar, pero quería un vaso de agua. Al llenarlo con agua fría el cambio de temperatura hace que el cristal le estalle en las manos cortándole un dedo.¡Ufff, qué mal rollo me está dando esto!
Esto va a ser por culpa de la muñeca friki de la petarda de mi prima. Es demasiada casualidad. Voy a coger el juguete y lo quemo para que nadie lo coja y le pase algo malo.

Decidida vuelve al trastero y remueve los cojines, no la encuentra. Le empieza a subir un calor intenso que le hace gotear la frente. ¿Dónde estás monstruo? -- Siguió buscando y de repente vio otra nota en el fondo del cajón que la dejó callada. "Siempre he estado en tu cabeza".


Minirreflexión: Las mariposas vuelan del revés. ¿Tú te lo crees?

Alas de mariposa
Las mariposas vuelan del revés, los niños interactúan con sus amigos invisibles escondidos detrás de nicks o alias. Niños que viven a través de su avatar. Y su avatar cobra vida en las conversaciones irreales sobre Pokémons de realidad virtual. 

Las mariposas vuelan del revés, hoy no te critiqué mas de la cuenta ni menos de lo que tú puedas echar de menos. Sí, ese susurro en la nuca son los comentarios jocosos que mi alma no necesita ni la tuya tampoco. Pero, pronto cambié de tema, de lo mundano a lo espiritual, sin mediar respiro. Así de rápidos somos los humanos evolucionando o involucionando como las olas del mar.

Las mariposas vuelan del revés. Alguien dijo que la mariposa y su proceso evolutivo de oruga a bicho alado, era un buen símil para hablar de la renovación del hombre en momentos de crisis. Definición respetable, pero lo veo un ser efímero. Las serpientes son más prácticas, van a ras de suelo y el cambio de piel, aunque menos prosaico, también se le llama evolución.
#OremosporNiza #PrayforNice

Las mariposas vuelan del revés. Leer en los periódicos sobre el atentado de Niza
y que el niño se replantee la realidad de los videojuegos. Ver en sus ojos el miedo al terrorismo imparable y tener que explicarle que el éxito de estos individuos son pocos. Que su influencia se reduce a hacer el mayor daño posible en cuanto a las víctimas y que aumente el pánico en el imaginario colectivo. Que soñemos con miedo, que vivamos mirando de reojo a los demás.

Hablar con él y decirle que lo mejor que podíamos hacer con ellos, nosotros los ciudadanos de a pie, es dejar de tener miedo y rezar por las víctimas. Levantarse, andar y decirle a la mariposa que vuele, del derecho o del revés, el tiempo que le toque vivir. Que se eduque en los valores universales de amor al prójimo. Solidaridad. Respeto. No es tarea fácil, pero alguien tiene que regar y sembrar,  mientras otros se empeñan en destruir ... Vuela, vuela mariposa que se enteren, que nadie se esconda detrás de la máscara del avatar para esconder su verdadera esencia, o utilizar una ideología trasnochada para hacer daño... Que nadie viva con miedo.

Minirrelato: Al estilo Ennio Morricone

Morricone Xilófono de entrada,  hace imaginar una bailarina, leve y ligera, pero pronto la banda sonora trae intriga al cuadro. El tutú se v...