27 may 2011

La sombrilla, reflexiones en primavera (V): Hablando de teteras y mochilas

Son las 8:11h de la mañana, hoy no preparo café. Estoy esperando que la valeriana haga su efecto, poco a poco noto como el nudo del estómago desaparece. Que la boca poco a poco se relaja y ya no apreta los dientes. En la habitación suena la música que una amiga colgó en el Youtube. No digo cual es, porque todos tenemos amigos que cuelgan sus fotos, su música, sus estados civiles. Todos necesitamos compartir nuestra vida, contar a los demás cómo nos va. No es por presumir, ni por dar envidia. Simplemente es para decir a alguien que estamos vivos.

Por supuesto, que se puede mentir o aparentar algo que no es cierto. Yo siempre he pensado que el que tiene que mentir es porque tiene que cubrir alguna carencia. Y si ya esa persona se está tomando el esfuerzo en construir una mentira y encima se la cree, es su problema por no aceptar la situación o no aceptarse así mismo. Yo por mi parte no es que peque de ingenua -que seguro que lo seré- pero me da mucha pereza gastar mis energías en andar desconfiando de lo que dices. Prefiero dedicar la creatividad de mis neuronas en otros menesteres. De todas formas, pierde más el que miente que yo. Pues, la mentira tiene las patas mu'cortas, pero la decepción es profunda.

Un dicho oriental dice: "La confianza es como una tetera, si se rompe, aunque la pegues sigue siendo una tetera rota". Tampoco es que me ponga tremendista o me vaya a los extremos de guardar los pedazos y recrearme en cada trocito lamentando lo perdido. Si hay una característica de mi personalidad que me encanta, es la de ser práctica. Vamos a ver, ¿la tetera es aprovechable? Sino vale para las infusiones, ¿servirá de macetero para los geranios? Y ya en última instancia, sino tiene arreglo posible, pos se cambia.

Eso en cuanto a las teteras, en cuanto a las personas, soy igual de práctica. El rencor, la decepción, la amarga bilis, son todas piedras demasiado pesadas para mi mochila. Y paso de cargar innecesariamente. Personalmente si cargo la mochila prefiero el peso de los libros, aunque sean enciclopédicos.

Buenos días a tí. Un abrazo 2.0, porque el 3.0 te lo daría en persona.

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