16 feb 2012

La sombrilla, reflexiones: La vida y su "making off"

Ayer mientras paseaba por la calle observé a un hombre de mediana que se acercó a un árbol, primero se apoya  con una mano, luego con las dos. Se estará mareando- pensé. Pero, el señor extiende sus brazos y con ellos rodea el árbol. Lo abraza, se pone de puntillas y hace como que baila mientras canta: "El verano ya llegó, ya llegó".  

Ante tal gesto no pude menos que sonreír, parecía la escena de alguna película. Faltaba la cámara para inmortalizar el momento. La vida tiene esos pequeños entremeses, solo hay que estar atento. Será porque soy de la generación de los audiovisuales, pero muchas veces paseo por Málaga y durante un instante es como si la realidad se describiera así misma, como si viera la vida a través del objetivo. Ir en el autobús cuando la luz perfecta ilumina la avenida de Andalucía y sus edificios. En ese justo momento, el cristal se transforma en una gran pantalla donde los actores nunca  miran directamente a la cámara. 

Otras veces conduciendo por el paseo marítimo Pablo Ruíz Picasso, al poner la radio, canta Gardel tangos a La Malagueta. De nuevo surge la chispa, la magia. La cámara se enciende, la vida se activa a si misma y pasa frame tras frame. El "cómo se hizo" me encanta casi tanto como la película misma. A algunos no les interesa saber los entresijos de las obras, pero creo que es lo más fascinante. El "cómo" es interesante, cómo se activa la creatividad para solucionar problemas, para afrontar retos, positivando el negativo.

Escuchando desde las bambalinas veo a los actores realizando diálogos teatrales. Pondré un ejemplo: Un matrimonio y su niña pequeña. Él lleva tres años en el paro, y solo trabaja ella limpiando en unas oficinas. Discuten mucho porque cuando llega a casa debe seguir limpiando. Protesta, discuten: 

Ella: (A gritos) Me paso todo el día trabajando fuera, soy la que trae el dinero a casa, por lo menos deberías tener la casa limpia y algo de comida preparado.
Él: Tú es que eres una perfeccionista y obsesionada con la limpieza. He estado liado, he tenido que hacer recados. Sabes que la casa se me cae encima no soporto esta situación. Y cuando llegas, encima me regañas.
Ella: No si la culpa va a ser mía. ¿Y por qué no buscas trabajo?
Él: Porque la niña me ata.

Este diálogo no es ficticio, se ha vuelto muy común, a nivel micro, a nivel atómico. El cambio de roles es asombroso. Ellas traen el sueldo a casa y ellos se quedan cuidando a los niños y del hogar. Me parece magnífico, lo que no me gusta tanto es que al invertirse los papeles se han mantenido los reproches y el desprecio por el contrario. Parece el mundo al revés, pero no es un mundo mejorado. Parece la representación de la realidad, esa que autodefine al cine. Aunque aquí nadie grite: "Corten".



No hay comentarios:

Minirrelato: Al estilo Ennio Morricone

Morricone Xilófono de entrada,  hace imaginar una bailarina, leve y ligera, pero pronto la banda sonora trae intriga al cuadro. El tutú se v...