17 abr 2012

La sombrilla, reflexiones: Lo normal

A menudo, conversando con la gente, suele salir la muletilla de "Lo normal es..." para describir el comportamiento de una persona y sus circunstancias. Pondré algunos ejemplos: si uno olvida unas gafas sobre la mesa de una cafetería, lo correcto es que alguien te las devuelva. Aunque lo normal,  es que nunca las vuelvas a ver.

O si te encuentras con alguien por la calle, lo correcto sería saludar, pero lo normal es seguir de largo. Como si lo que hubiera pasado a nuestro lado fuera, simplemente, una corriente de aire. Bueno chato, no saludes que te despeinas.

Cuando alguien tropieza y se cae al suelo, lo correcto sería ir a auxiliarle y ofrecerle algún tipo de ayuda, preguntar cómo está. Lo normal es que ese gesto produzca risa, o que se inmortalice en un vídeo para enviarlo a algún programa de televisión,  y así la carcajada sea más sonora.

Si vas conduciendo, lo correcto sería avisar la maniobra con los indicadores, pero lo normal, es que termines desarrollando un sexto sentido capaz de anticipar que el otro conductor se va a cambiar al tercer carril de la izquierda del tirón, y raspando milímetros para no tragarse la mediana.

"Piensa mal y acertarás" dice el dicho popular. Lo diferente sería preguntar qué ha sucedido y dar tiempo a  escuchar las explicaciones, e intentar entender. Lo normal, es que nos callemos, y nos pongamos a elucubrar teorías absurdas, o peliculones cinco estrellas, o con tres rombos. Amantes, villanos, ladrones, celosos.

Aceptando comportamientos equívocos por mayoritarios, estamos normalizando reacciones y rutinas que empobrecen nuestras relaciones con los demás, e incluso con nosotros mismos. Por  contraste, quien se sale de esa normalidad es un ser atípico y utópico. Incluso, adjetivado como 'anormal', ya que no es frecuente, que alguien se esfuerce en intentar llevar la teoría a la realidad,  que intente ser coherente con las buenas prácticas... Aunque se quede a mitad de camino. ¡Quizás, en el mundo deberían abundar los anormales, hacerse notar un poco más. No nos conformemos con los normales!

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