1 sept 2016

Poesía: La tensión



El calambre primero,

mezcla de tirón y desasosiego.

Ha sido sustituido con el tiempo,

en palabras, versos y papeles mojados.

Húmedos de la condensación de los cristales viciados.

Condensación del sudor de los pensamientos ansiosos.

El wassap no puede destilar el sudor sexual de los amantes.

Seres virtuales e imaginarios decorados con imágenes errantes.

Imágenes que en el ciberespacio ya se tocaron

y tocaron la virtualidad.

Sexo a ras de fibra,

allí yació el poeta.

Tras el sexo-clic,

la ilusión del primer día,

a cero grados ha bajado.

A los seres de piel,

el tiempo y la distancia,

ya les aproxima,

y los aproxima en el espacio.

Uno buscador de Melibeas,

mujeres feas y bellas,

condenadas al olvido.

Otra buscadora de juglares susurradores letras,

detrás de las cristaleras azules de sus ojos de mar.

Mar que no conoce de corrientes,

Ni su profundidad.

Muso divino y maldito,

que inspira cielos sin celibato,

que inspira infiernos sin arrebatos.

La tensión de la curiosidad

que dibujó con erotismo y pulso grotesco.

La tensión que amilana y espabila.

Horas quedan para el encuentro

de un poeta con un contador de cuentos.

¿Alquimia o mera destilación de humores?

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