23 feb 2020

Minirrelato: El sueño de Elva (VII)

Miguel de Unamuno
Elva desde la cama mira sus cuadernos apilados en la mesilla de noche llenos de pensamientos y reflexiones. Recuerda aquella película en la que Unamuno es increpado por haber cambiado mucho, y ruidosamente, de ideologías y pensamiento a lo largo de los años. Vida llena de contradicciones y logros, ejemplifica que para ser un hombre preclaro, para la mayoría, liderar es poco y no se olvidan fácilmente los errores. Ser un vanguardista lleva implícito el error y la valentía del sujeto- pensaba para sí misma.

Los cuadernos de Elva no tenían nada 'de grande' con mayúsculas, tan solo apuntaba el exceso de verborrea interna y que podía resultar cansina para el 'oídor'. Un día se dijo así misma que intentaría ser más sagaz y anecdotizar sus páginas por si la encontraban muerta alguna mañana, quien leyera esos diarios quizás encontrase algo útil....Ya estaba otra vez pensando en la imagen que quedaría de ella cuando no existiera...Aquí sonrío con un suspiro.

Escribir es soñar despierta. Recordó cuando una clienta le dijo una vez, a modo de pulla, que era "una soñadora" no se ofendió. Realmente era una persona más influenciada por el cine, tatuada por las miles de horas de televisión grabadas en la memoria de su retina, y que cuando se levanta con prisa no consigue recordar lo que soñó. Harto de veces ha llorado por esa vida onírica que valora más que la existencia física. Ahora vivimos en pantalla a tiempo real, la que recreamos con los móviles para reconstruir la vida dentro de la vida. Guionizamos, grabamos y editamos nuestro diario caminar para que se parezcan a nuestras películas favoritas.

¿Que somos absurdos? Sí, pero calmamos la ansiedad de la existencia misma... Elva, mira al techo, el reloj avanza hacia la madrugada. A ella le gusta soñar, vivir soñando, pero aunque lo pusiera en gerundio no sabía cuál sería el siguiente. Juego de afirmaciones e interrogantes que dejan pasar el sopor y el velo de inconsciencia, ambos consiguen que relajase el cuerpo para entrar en esa otra muerte que es dormir... Y de repente lo vio, allí estaba él esperándola en una terraza para tomar un café y reanudar su conversación de la noche anterior...

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