"Hablaré hasta donde pueda contar", así comenzó Borja Echevarría, la descripción del 'bunker de periodistas' donde se guardan los 250.000 cables de las filtraciones de Wikileaks. Una redacción paralela donde sólo algunos especialistas analizan el contenido de los informes. "No hemos pagado por ello", insiste Echevarría. Además de "la transparencia y el compromiso de sacarlos con responsabilidad".
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| Foto: Teleprensa |
Ayer durante casi dos horas Borja Echevarría estuvo respondiendo a las preguntas de los alumnos de Periodismo de Málaga, revelando algunas claves sobre el papel del periodista en la "Era Wikileaks", para Echevarría "todavía es pronto para analizar el efecto y el alcance de las filtraciones", "los medios deben bajar a la arena, las marcas no aseguran a los grandes medios. Se está produciendo un cambio de mentalidad y en la forma de comunicar".
Ante el debate sobre la cuestión de si Wikileaks es periodismo o no Echevarría asevera que "no es periodismo ni falta que le hace. Wikileaks es una forma de activismo social". "Además no estoy de acuerdo con que el intrusismo sea un problema para el periodista, ellos son como savia nueva para la profesión". “Los periodistas ya no somos los únicos en disponer de un altavoz en la sociedad”, aclaró.
Este encuentro ha sido organizado por la Cátedra Manuel Alcántara con la colaboración de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y dirigido por los profesores Teodoro León Gross y Agustín Rivera.
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