2 ene 2016

Reflexión: Cantar, hablar, la ley del silencio y las transparencias

Cristina Pedroche. Fuente AS.COM
Para ser felina me gusta llevar las garras cortas. Así puedo sentir mejor el teclado bajo mis yemas. La televisión está en modo radio y suena la canción “Hundred miles” del grupo Yall con la colaboración de Gabriela Richardson como vocalista principal.

Me gusta viajar con la música alta. Cantar intuyendo la letra. "Running, running...", la emisora continúa sacando en continuidad canciones como conejos de una chistera. Ahora va y me mete una en español. ¡Zás en toda la cara! ¿Por qué digo esto? Porque parece que en otro idioma todo suena mejor. Nuestro idioma es bello, tiene matices que muchas veces dejamos pasar inadvertidos. El poeta español está bien mirado en la literatura mundial. ¡No me mal interpreten, por favor! ¿Será que no sé soñar en mi idioma? ¿Me entendería demasiado? ¿Me daría cuenta de lo absurdo de algunas fantasías?

Desde que vemos la tele todo lo que huele a exótico, nos llama la atención. Aunque no necesariamente. ¿Por qué lo digo? Tenemos que quitarnos muchas barreras mentales, pues, los prejuicios de raza, color, religión o país, están a flor de piel. Tanto es así que para evitar malentendidos nos limitamos a hablar de superficialidades y si se te ocurre la peregrina idea de sacar el tema, es bajo tu propia responsabilidad. Tú sabrás en qué aguas pantanosas te metes.

Se están creando nuevas normas de conducta: unas basadas en el silencio, otras en si tú te lo buscaste arréglatelas como puedas. Si bien es cierto, que opiniones hay como individuos. Pero, no sabemos dialogar. Sabemos imponernos unos sobre otros, sin escuchar para aprender o para intentar aportar algo positivo al medio. Porque hasta yo, con lo habladora que soy, después de algún zarpazo, entiendo que es mejor callar.

Hablar es como cantar, no todos tenemos buen oído, pero no por eso vas a dejar de pronunciarte. Siempre dentro del respeto. Cosa ésta última que habría que buscar en el diccionario y refrescarle a la gente el significado de esa palabra. Ya sé que vivimos en la jungla, pero dejen de morder. Todos tenemos el poder de destruir al prójimo sin despeinarnos, tan solo una palabra mal dicha y ya te has cargado a tu prójimo. Así que no me das miedo. Lo que me da miedo es que lo haces cada día en todas partes y con todo el mundo. O sólo con las almas nobles que no te presentarán batalla.

Uf, querid@ lector, disculpa el sermón. Pero, tenemos mucho que mejorar. Porque los prejuicios y la falta de interés hacia la excelencia hace que nos perdamos en parodias de la 'Localcoño' o el vestido de fin de año y las transparencias de Cristina Pedroche...Baja la ventanilla y canta sin vergüenza en el idioma que más te guste.

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