24 mar 2011

Minirrelato: El perro verde

 Cuando se nace perro... La vida te trata como un perro. A veces se envidia esta condición,  y otras,  no tanto - decía el abuelo a su camada de tres nietos.

Los cachorros escuchaban atentos las 'batallitas' del anciano canino. Unas veces eran divertidas. Otras eran una larga letanía de recuerdos repetidos una y otra vez.

- Que siií abuelo, que somos perros. Estamos orgullosos de ser quienes somos: guapos, limpios y lustrosos.
- Sí, pero eso no es todo cachorros - Corrigió el abuelo al que se miraba mucho al espejo. Siempre colocándose los pelillos del bigote para no perder su buena imagen.
- Abuelo, estamos contentos de ser perros y de nuestra raza. ¿Ves? Llevo el tatuaje que nos define en la piel: "Can Cannis"- contesta raudo el pequeño que ladraba al ritmo de los ladridos perfectos.
- Sí, pero eso no eso todo cachorros- insistía el anciano. Al ver que de los tres había uno que estaba en silencio le pregunta directamente: Y tú, ¿por qué no dices nada?
- Porque soy verde. No ladro bonito, ni tengo un tatuaje que me defina.
- Pero, tendrás algo bueno, ¿no?- insiste el abuelo.
- Sí, que intentando encajar en algún lado,  he conocido a perros azules, rojos, amarillos, morados, naranjas, grises, negros, blancos....
- ¿Y qué has aprendido en tu búsqueda?- Insiste el abuelo.
- Que estoy contento de ser perro- Contesta el cachorro. El abuelo sonríe, acaricia a los tres y se los lleva de paseo contándoles otras historias.

2 comentarios:

Alfred dijo...

Verde que te quiero verde. Muy divertido!

Yeiza Sarmiento dijo...

Gracias Alfred, por tu valoración positiva sobre la historia. Aún teniendo faltas de ortografía.

Gracias por tu tiempo. Que tengas un buen día :-)

Saludos desde Málaga

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