Siempre he sentido el impulso de escribir, y aunque lo haga mal o bien, es mi mejor medio de expresión. Una olla en permanente ebullición y que después de mucho tiempo estoy aprendiendo a canalizar, en eso me ha ayudado este blog. A quitarme la vergüenza de que otros lean u opinen sobre lo que escribo.
En este tiempo, escribir sobre cualquier cosa se está convirtiendo en una necesidad, en algo natural. Se nota que voy haciendo músculo y eso cada vez me da mayor seguridad. El otro día recordaba mi antigua costumbre de comprar cuadernos y guardarlos para cuando tuviese alguna buena idea y escribir algún poema, cuento o relato. Y no sé el por qué, se quedaban guardados en un cajón. Bellos cuadernos de hojas en blanco esperando un momento que nunca llegaba, y cosas de la vida, ahora me faltan hojas para escribir.
También es cierto que escribo sobre lo cotidiano, lo real, sin muchos inventos. No busco crear realidades alternativas, ni mundos paralelos donde seres azules, hablan en idiomas imposibles mientras las pelusas vuelan brillando alrededor - Avatar para los que no lo han pillado, jeje- rebuscando en los límites de la fantasía.
Recuerdo que mi hermana siempre me regañaba porque yo sólo escribía de lo que conocía: "¿es que no tienes imaginación?", me decía enojada. Y esperando a que me llegara la dichosa inspiración llevo años invocando a una musa que nunca vino por mucha tinta que derramé.
Lo cierto, es que me siento más descriptora de lo real, de las diferentes percepciones de un hecho, descubrir qué viste y qué sentiste ante el suceso. Lo bueno de la vida misma es que siempre es mucho más rica y variada que cualquier mente, por muy fecunda que sea.
Este año el ejercicio de reflexionar y dejar plasmados estos garabatos en el blog ha sido más motivador que otros veranos, en los que me sentaba ante la pantalla y no sabía por dónde empezar. Escribir me ha servido de catarsis en muchos sentidos. Si eres lector habitual o llegas por casualidad, te invito a rebuscar en antiguos post.
Ayer me dijo un amigo que ha visto una evolución, que parezco menos yo. No sé, sigo siendo la misma loca un poco friki, aunque, sí hay muchas cosas que han cambiado. Gracias por estar ahí.
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