31 dic 2015

Minirreflexión: Navidades tramo II: Fin de Año 2015

Lo avisé, lo prometí, el discurso reflexivo de Fin de Año está aquí y como canta Macaco: "Gástame los labios". Eso mismo dicen las yemas de mis dedos, destroza el teclado, que eche humo el ordenador. Quema 2015 literariamente. De hecho lo he soñado: Tenía en mis brazos una vieja máquina de escribir y hablaba con ella, mientras caminaba por un cañaveral, la máquina palpitaba. Como si estuviera enamorada, y yo le decía: no te preocupes que vamos a coleccionar momentos...Buenos momentos.

Varios amigos me han escrito que no lo haga, que es material inflamable, 2015 ha sido tóxico en muchos momentos. Es cierto que, no ha sido excelente, pero aunque tengo quejas no me voy a poner en plan telediario, colocando en línea recta la cantidad de desgracias y problemas, que en vez de un noticiario parece una película de terror, especializados en el libro del Apocalipsis en imágenes. Todas las promesas de destrucción del  modelo de sociedad actual se están cumpliendo.

No podemos negar que la realidad es dura, dañina y destructiva. Tres 'D' que no podemos ignorar, hacerlo es parte de la ceguera que nos conduce al abismo de la cuarta: 'desaparición'. Tú vivirás tranquilo con tus problemas, en minúsculas o en mayúsculas. Mientras, el proceso de cambio hacia el surgimiento de una nueva civilización está en puertas. 

¿Por qué digo esto? Porque los dolores de parto tienen que servir para dar a luz a una nueva generación, si no que alguien aprete el botón rojo ya. ¿Extremista? No, harta de sufrir, de ver el sufrimiento de niños esclavos usados como soldados o víctimas sexuales, de mujeres maltratadas o violadas, de muertes injustificadas, de hambrunas sin sentido mientras otros se mueren de exceso de peso o duermen cerca de vertederos de comida basura.

Estoy harta de que en la atmósfera se confunda el sonido de los cohetes de las fiestas con el brillo de los misiles tierra-aire. Estoy hasta las partes bajas, de la sociedad clasista mental que se aferra al recuerdo de un capitalismo ya inexistente o fantasmal e insostenible.

2015, 2015... No has sido ni mejor ni peor que otros años. Esta crítica podría haberse escrito en cualquier otro año. No es tu culpa. Es nuestra, la de una civilización que camina a trompicones mientras se visten de soldados de Star Wars. 

Los que vivimos en sociedades en que podemos elegir, elegiremos hacer el tonto o trabajar en serio. Y los que no pueden elegir intentarán sobrevivir bajo el yugo del tirano de turno y serán los héroes invisibles, simplemente porque al nacer de entre las piernas de su madre fue en un país en destrucción masiva.

Bueno almas y corazones que me leeís, gracias por vuestra compañía. Celebremos estar vivos y que no perdemos nuestra capacidad crítica, no estamos dormidos. Estoy segura de que cada uno de vosotros va a hacer lo posible por dejar una buena huella en este planeta llamado Tierra. Que no haga falta que 'Chewaka' construya una sociedad mejor. Feliz 2016 y lo contemos juntos.


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